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Dos años de cárcel para el agresor que destrozó la cara y la carrera de Nauzet Alemán

A Nauzet Alemán le rompieron en una discoteca un vaso en la cara hace dos años tras jugar su último partido con la Unión Deportiva Las Palmas. 

Una cicatriz difícil de cerrar | EFE

El exjugador de la Unión Deportiva Las Palmas Nauzet Alemán ha celebrado que se ponga fin al infierno que ha vivido los dos últimos años por culpa de una agresión que sufrió hace dos años en una discoteca la madrugada siguiente a un partido.

"Ya era hora, tenía muchas ganas de que se cerrara todo esto. Ahora, a vivir la vida con mi familia y a ser feliz", han sido las primeras palabras de Alemán tras asistir al juicio en el que el individuo que le estrelló un vaso en la cara la madrugada del 21 de febrero de 2016 se haya declarado culpable de un delito de lesiones.

La vista ha terminado con un acuerdo de conformidad ente la Fiscalía, el letrado que representaba a Nauzet como acusación particular y la defensa, por el que el procesado, Airam Jonay R.R., ha sido condenado a dos años de cárcel, que no cumplirá siempre que no vuelva a delinquir y que pague la indemnización establecida.

En el juicio, Alemán ha aceptado además que su agresor le pague los 15.314 euros fijados como indemnización por las lesiones y las secuelas (18 puntos de sutura en la cara) en plazos acordes a su capacidad económica, que comenzarán a ser de 100 euros al mes.

Al término de la vista, ya sin cámaras en la sala, Airam Jonay R.R. se ha girado hacia el jugador y le ha pedido disculpas, a lo que Alemán ha respondido estrechándole la mano. "Me ha pedido disculpas... aceptadas quedan. Lo único que quiero ser feliz con mi familia y seguir viviendo", ha señalado el jugador.

Aquel altercado de discoteca ocurrió horas después de que la UD Las Palmas cayera derrotada en su estadio por el FC Barcelona, en un momento especialmente tenso para el equipo, que estaba en puestos de descenso, y también para su entonces nuevo técnico, Quique Setién, que tuvo que atajar varios actos de indisciplina en la plantilla.

Tras conocerse lo ocurrido esa noche en la discoteca Chester, Nauzét Alemán fue apartado por decisión disciplinaria del club, que al final de la campaña lo despidió. "Ahí están los hechos. Llevo dos años de calvario, prácticamente ha acabado con mi carrera. Y un porcentaje alto de culpa lo tiene esto. Me ha afectado mucho", ha reconocido el futbolista a la salida de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.

Sin embargo, ha remarcado que "la vida sigue" y que lleva "la cabeza bien alta", porque sabe que él no hizo "nada".

Alemán ha insistido en que prefiere cerrar ya este capítulo de su vida. De hecho, cuando se le ha pedido que relate qué pasó aquella noche en la discoteca, ha zanjado el tema: "Prefiero no hablar. Se ha acabado todo. Es lo que quería, seguir adelante".

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