Llegó la primera derrota del Barcelona esta temporada, Supercopa de España al margen. Los culés no perdían desde el 17 de agosto de 2017. Entonces, el equipo de Ernesto Valverde cayó ante el Real Madrid en la vuelta de la Supercopa. Ahora, justo cinco meses y 29 partidos después, el conjunto azulgrana han vuelto a hincar la rodilla al perder frente al Espanyol en Cornellá (1-0), en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey.
Cierto es que Valverde tiró de rotaciones y dio descanso a varios de sus pesos pesados como Luis Suárez, Rakitic, Jordi Alba o Iniesta —este último ni siquiera figuró en la convocatoria— para dar entrada a otros futbolistas como Denis Suárez, Aleix Vidal, Digne o Aleñá. Pero eso no debe servir de excusa porque los azulgranas jugaron con el freno de mano echado durante gran parte de la noche y acabaron estrellándose ante un Espanyol que sí salió con el once más o menos esperado y donde el ímpetu de los más jóvenes surtió efecto.
El gran protagonista de la noche acabaría siendo Óscar Melendo, el joven canterano que con su gol, a tres minutos del final del tiempo reglamentario, termina con la imbatibilidad de un Barça que, efectivamente, es humano pese a que en estos últimos meses haya podido parecer lo contrario. Protagonista también fue Diego López, que en el ecuador de la segunda mitad se lució al detener a Leo Messi un más que dudoso penalti de Granero a Sergi Roberto. En definitiva, merecida victoria del Espanyol frente a un Barcelona. Ahora mismo los pericos por delante en la eliminatoria, a expensas de la vuelta dentro de una semana (jueves 25, 21:30 horas) en el Camp Nou.
De salida, el Barça encerró al Espanyol en su área en los primeros diez minutos, aunque no tenía ocasiones claras. Si acaso, un tiro lejano de Busquets que desvió Diego López a córner. Fue el primer aviso más o menos serio de los azulgranas. El Espanyol, a lo suyo —Quique Sánchez Flores puso de inicio un 4-5-1 para tratar de ganar la partida al Barça en el centro del campo, aunque acabaría cambiando el dibujo tras el descanso—, presionaba arriba para dificultar la salida de balón de un Barça que nunca estuvo cómodo. A la media hora de partido, los blanquiazules disfrutaron de un contragolpe que finalizó Gerard Moreno, aunque el disparo del punta perico salió desviado. Fue su mejor y única ocasión hasta entonces.
En la recta final de la primera parte, los de Quique avanzaron metros, mientras que Denis Suárez, solo ante Diego López, perdonó el 0-1 justo antes del descanso al mandar la pelota fuera de manera incomprensible cuando lo tenía todo a favor. Mención aparte para Leo Messi. El argentino estuvo lejos de su excelencia habitual: la pelota apenas pasó por sus pies y estuvo frenado en todo momento por la defensa españolista.
Tras el descanso, Quique quitó a Sergi Darder para dar entrada a Leo Baptistao y el ataque del Espanyol lo agradeció. Gerard Moreno ya no era el único punta, y la entrada al campo del brasileño dio más mordiente al ataque perico. Además, el ex del Atlético de Madrid acabaría dejando una jugada con el recuerdo con un caño sublime ante Rakitic, que entró en la segunda parte por un Paulinho lesionado. Poco después del croata, también fue turno para Luis Suárez, sustituyendo a Aleñá. Valverde puso toda la carne en el asador viendo cómo el Espanyol ganaba metros y podía complicarle la existencia a los azulgranas.
Mientras tanto, el partido se le empezaba a ir de las manos a De Burgos Bengoechea, hasta entonces permisivo con las duras entradas de unos y otros. El colegiado vasco había perdonado la segunda amarilla a Aarón —a quien Quique sacaría poco después del campo— y quiso compensar con un inexistente penalti de Granero a Sergi Roberto. Es cierto que hubo contacto, pero fue demasiado leve y nunca el trencilla debió señalar la pena máxima.
Messi lanzó muy bien desde los 11 metros, por abajo, duro y pegado al palo. Pero Diego López estuvo aún mejor, adivinando las intenciones del argentino y protagonizando una sensacional parada para evitar que el 0-1 subiera al marcador. El Espanyol y su afición se vinieron arriba viendo que era posible tumbar al gigante. Y lo consiguieron. Tras un aviso de Baptistao en el área pequeña y un lanzamiento de falta de Marc Navarro bien desviado por Cillessen —al meta holandés le impactó minutos antes en el rostro un objeto lanzado desde la grada—, llegó el único tanto de la noche. Llevó la firma del canterano Melendo, que un cuarto de hora antes había entrado por Javi Fuego, tras un sensacional pase atrás de Víctor Sánchez. El canterano perico batió a Cillessen con la zurda, logrando así su primer gol con el Espanyol.
Cornellá explotó de júbilo y el Espanyol se gana el derecho a soñar con el pase a semifinales. Le espera el Tourmalet en el Camp Nou, desde luego —el Barça ya le metió cinco goles al Celta la semana pasada en la vuelta de octavos—, pero que les quiten lo bailao porque de momento van por delante en la eliminatoria.
Ficha técnica
RCD Espanyol, 1: Diego López; Marc Navarro, Duarte, Naldo, Aarón (Dídac, m.58); Darder (Baptistao, m.46), David López, Javi Fuego (Melendo, m.75), Víctor Sánchez, Granero; y Gerard Moreno
FC Barcelona, 0: Cillessen; Sergi Roberto, Piqué, Vermaelen, Digne; Busquets, Paulinho (Rakitic, m.54), Aleñá (Suárez, m.59); Aleix Vidal, Messi y Denis Suárez (Rafinha, m.78)
Gol: 1-0, m.88: Melendo
Árbitro: De Burgos Bengoechea (Comité vasco). Amonestó a Aarón Martín (m.43), Gerard Moreno (m.62), Víctor Sánchez (m.86) y David López (m.90, del Espanyol; y a Aleñá (m.45), Jordi Alba (m.55, en el banquillo), Rakitic (m.82), Vermaelen (m.84) y Luis Suárez (m.90), del FC Barcelona
Incidencias: Partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el RCDE Stadium de Cornellá-El Prat ante 23.323 espectadores