Steven Nzonzi era un jugador vital en los esquemas de Eduardo Berizzo en el Sevilla. El centrocampista internacional francés venía disputando hasta hace unos días todos los partidos con el conjunto andaluz, la mayoría de ellos jugando incluso los 90 minutos.
Pero la película cambió hace dos semanas. En concreto, el pasado 21 de noviembre, en el último partido de Champions. Aquel día, el Sevilla jugaba frente al Liverpool en el Sánchez Pizjuán. Los hispalenses perdían por 0-3 al descanso y Nzonzi fue uno de los jugadores señalados por su desastrosa primera parte, así que el Toto decidió sustituirlo al descanso, dando entrada en su lugar a Franco el Mudo Vázquez.
El Sevilla agradeció la presencia del ítalo-argentino y reaccionó a lo grande en la segunda mitad, para terminar logrando un punto de oro al empatar (3-3) gracias a los goles de Wissam Ben Yedder (2) y Guido Pizarro —otro de los futbolistas señalados en la primera parte—, éste en el minuto 93.
Una sustitución que le sentó como un auténtico tiro a un Steven Nzonzi que, desde entonces, se ha quedado fuera de todas las convocatorias del Sevilla (Villarreal, Cartagena, Deportivo de La Coruña y Maribor). Y es que aquella noche contra el Liverpool, el jugador, que dentro de pocos días cumplirá 29 años, decidió abandonar el Sánchez Pizjuán en el descanso y marcharse a su casa. Por si fuera poco, Nzonzi ni siquiera acudió a entrenar al día siguiente (miércoles) con el equipo y el jueves tenía día libre, al igual que el resto de la plantilla. Al aparecer el viernes en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, el cuerpo técnico le hizo trabajar aparte y, desde entonces, no ha entrado en ninguna convocatoria de Berizzo, que la semana pasada fue operado con éxito de un cáncer de próstata que le había sido diagnosticado días atrás.
Que Nzonzi aparezca como un jugador reservado y callado no significa que no sea una piedra en el zapato de los entrenadores que ha tenido en el Sevilla. Si no, que le pregunten por ejemplo a Unai Emery. El actual técnico del París Saint-Germain ya se las tuvo tiesas con el jugador hace dos años, cuando lo expulsó de un entrenamiento porque "no quería venir a entrenar" al no encontrarse entonces cómodo ni en el Sevilla ni en la ciudad.
"Me vino y me dijo que se quería marchar. Y yo le dije: 'Tómate tres días de descanso, fuera nadie se enterará. Vente el lunes, olvídate. Te vas tres días a casa y hablamos'. Se quería marchar porque no estaba bien. No se hacía a Sevilla, a la ciudad. Volvió el lunes y le dije: '¿Qué?"'. Y me dice: "¡Sigo!". Luego, después de aquello, a partir de diciembre, el jugador dio un rendimiento muy bueno. Este año con Sampaoli es la confirmación. ¡Eso es un proceso!", reveló Emery en una entrevista concedida a El País en noviembre de 2016.
Ahora la situación se repite con Berizzo y su cuerpo técnico, que han decidido dejarlo fuera de las convocatorias en los últimos partidos, todos ellos saldados con victoria: ante el Villarreal (2-3), Cartagena (4-0) y Deportivo (2-0), además del inminente compromiso de Champions contra el Maribor en Eslovenia, donde los andaluces esperan conseguir los tres puntos para sellar su pase a octavos de final.
Hoy por hoy, Nzonzi parece estar más fuera que dentro del Sevilla. Clubes como la Juventus de Turín y el Everton están interesados en los servicios del internacional francés, aunque la entidad hispalense no facilitará su salida y piensa exigir los 40 millones de euros de su cláusula de rescisión.
El mercado de invierno se presenta movido y el nombre de Steven Nzonzi será sin lugar a dudas uno de los que saltará a la palestra.