¿Qué le pasa al Madrid en La Liga?
Al Real Madrid, con un problema evidente de fútbol, le sale todo en contra esta temporada.
Lesiones, mala planificación, estado físico deficiente, decisiones arbitrales erróneas, falta de puntería alarmante... ¿Qué le pasa al Real Madrid? Una serie de factores hacen que el conjunto merengue esté a 10 puntos del Barcelona tras las 12 primeras jornadas disputadas.
Planificación deportiva deficiente
Al terminar la temporada, Zidane expresó sus deseos. "Que se toque lo menos posible la plantilla". A pesar de gestionar excelentemente bien los minutos, James y Morata deciden abandonar el Real Madrid. Morata siente que, haga lo que haga, Karim Benzema está delante de él a la hora de la verdad. Por su parte el colombiano comprueba cómo ha perdido la confianza de Zizu. Además de la marcha del delantero español y el centrocampista colombiano, Danilo, Coentrao, Mariano y Pepe abandonan la Casa Blanca.
Los fichajes de Ceballos y Theo y la vuelta de Marcos Llorente, Borja Mayoral y Vallejo no compensan las bajas sufridas. El Madrid pierde una oportunidad histórica: fichar a la gran perla del fútbol europeo. Kylian Mbappé se decanta por el PSG. ¿Por qué el Madrid le deja escapar? Según ha podido saber Libertad Digital, Mbappé no ficha por el conjunto merengue por Gareth Bale. Así de simple.
Mucho se ha hablado de dinero y de que no había nada que hacer ante la estratosférica oferta económica que el conjunto parisino hizo a Kylian. Sin embargo, antes de recibir dicha oferta, Mbappé estuvo a un paso de ser nuevo jugador del Real Madrid. Exigía ser importante en el conjunto merengue y, para ello, debía salir una de las tres piezas de la BBC. Cristiano y Benzama eran intocables para la directiva y para Zidane. No así Gareth Bale. Por el galés, sin embargo, no llegó ni una sola oferta seria a las oficinas del Bernabéu. Zidane, que sabía que una de las claves del éxito era el buen ambiente del vestuario, se mostraba reticente a juntar a cuatro megaestrellas en el ataque. Al final, el Madrid no forzó la salida de Bale, apareció el PSG y Kylian siguió en Francia. Un error del que, a buen seguro, algunos aún se tiran de los pelos.
En el computo global, parece un hecho que la plantilla 17/18 pierde nivel respecto a la de la temporada anterior.
Problema físico
Uno de los aspectos clave en el éxito del Real Madrid la temporada pasada fue el gran estado físico en el que el equipo se mostró durante casi todo el año. La plantilla llegó como un avión al final de la temporada, pero durante la misma, físicamente nunca fue inferior a ningún rival –¿cuántos puntos se ganaron en los minutos finales?–. Todo lo contrario de lo que ocurre esta temporada. El Madrid no está siendo superior a ningún rival en el apartado físico.
Futbolísticamente, el equipo no carbura
El Madrid ha mostrado carencias en su juego este primer tercio de temporada. En defensa, el equipo vuelve a partirse con demasiada facilidad. A los merengues les cuesta un mundo replegar y las transiciones defensivas deja mucho que desear. El agujero que se genera entre el centro del campo y los centrales, lo aprovechan los rivales para llegar demasiado sueltos al área blanca.
La presión adelantada no es constante ni tan asfixiante como antaño y los rivales montan contras con más asiduidad.
En la parcela ofensiva, al Madrid le cuesta mucho más encontrar espacios. Los rivales han encontrado el antídoto –defensa de cinco con carrileros largos– para el enorme veneno que tiene el Madrid en ataque. Con Carvajal KO y Marcelo fuera de forma, al Madrid le cuesta Dios y ayuda generar superioridades. No hay profundidad y solo Isco desborda. La baja de Kovacic y el mal momento de Modric dejan huérfano al equipo de Zidane de efectivos que sean capaces de romper líneas rivales en la parcela central.
La flor se marchita
La temporada pasada al Real Madrid le salía todo de cara. Goles en la recta final que desatascaban partidos, picos de forma de sus estrellas escalonados que hacían que el equipo rindiera a un gran nivel toda la temporada, los cambios eran clave en el devenir de los partidos...
Sin embargo, este curso futbolístico, independientemente de que exista un problema evidente de fútbol y que la planificación deportiva haya sido mejorable, es incuestionable que la suerte le da la espalda al equipo que preside Florentino Pérez.
Estos días se habla mucho de la existencia de un complot arbitral en contra del Real Madrid. No sé si los conspiranoicos tienen información privilegiada, pero lo que es evidente es que no es normal que en 12 partidos de liga al conjunto merengue no le hayan pitado un solo penalti.
Tampoco es normal que el conjunto merengue haya pasado, en solo unos meses, de ser una trituradora en la estrategia a marcar un solo gol a balón parado –Casemiro contra la Unión Deportiva La Palmas–.
Las lesiones, otro mal que se ceba con el Madrid Keylor Navas, Marcelo, Theo, Kovacic, Benzema, Varane, Vallejo, Modric... y el sangrante caso de Gareth Bale. Muscularmente el Madrid se resiente. Pero es que la mala suerte, incluso, hace que se vean casos insólitos: como que Carvajal caiga enfermo –una pericarditis le ha tenido mes y medio KO– y que a Sergio Ramos le rompan la nariz .
Uno de los aspectos más sangrantes esta temporada en La Liga es la escasa efectividad de cara a puerta. Con Bale lesionado y Benzema ausente, el caso de Cristiano Ronaldo es digno de estudio. El luso, que es el actual pichichi de la Champions con 6 goles, presenta unos números paupérrimos en la competición doméstica.
Ronaldo ha disparado 55 veces y solo ha conseguido anotar 1 gol.
Pueden hacerse análisis de todo tipo, pero que el luso sea pichichi en Champions y firme una efectividad de cara a puerta tan ínfima en La Liga, es algo que solo puede intentar explicar Cuarto Milenio.
El Madrid no se encuentra a sí mismo, Zidane no está gestionando esta temporada la plantilla de la misma forma que la pasada –Theo, Vallejo y Ceballos están casi inéditos–, pero, además, al conjunto merengue parece que le ha mirado un tuerto. No es normal tanta mala suerte. ¿Habrá algún gafe en el entorno blanco?
En Concha Espina escuece especialmente la situación cuando ven el juego del Barcelona y cómo están ganando sus partidos. Los de Valverde muestran carencias en su juego pero Messi acude al rescate. Los azulgranas no son una apisonadora ni mucho menos –es uno de los Barças más mediocres de los últimos tiempos– y en el Madrid creen en la remontada –estamos en noviembre y queda muchísima liga–. Es posible. Para ello, además de lo futbolístico, el Madrid debe reencontrarse con la suerte. Ese peculiar elemento que, como en la vida misma, es completamente fundamental.
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