Gracias a los dioses del fútbol que los derbis, como buenos partidos de extrema rivalidad, siempre tienen emoción del minuto uno al 90 e incluso más allá en el caso de los madrileños. Sin ese toque de morbo y polémica que mantiene al aficionado conectado en todo momento, el primer derbi de la historia del Metropolitano le hubiese servido a más de uno para echarse una pequeña cabezada en la noche del sábado.
Fue un partido terriblemente espeso que sólo tuvo atisbos de locura general en el último cuarto de hora. Tanto Atlético como Real Madrid se empeñaron en mostrar más sus carencias que sus virtudes. ¿Había ganas de ver cómo reaccionaban Griezmann y Cristiano? Ninguno marcó. ¿El Atlético debía mostrar más efectividad y colorido arriba? No lo hizo. ¿El Real Madrid debía recuperar pegada y buen fútbol? Tampoco sería la noche de los blancos.
El balance de la batalla metropolitana se saldó con un único vencedor y no estaba en el terreno de juego. El Barcelona aprovechó el favor del Atlético y Madrid y deja a los dos a diez puntos estando sólo en el mes de noviembre. En el limbo quedará el penalti claro a Ramos y alguna ocasión fallada por ambos equipos, pero lo único real es que la Liga se aleja de Madrid. Los errores pasados no se perdonan en esta Liga.
Espesor desde el inicio
No fue ni mucho menos un buen primer acto por ninguno de los dos equipos y el inicio fue el preludio del resto del choque. El Atlético arrancó presionando arriba, pero en cuanto se vio levemente metido en su campo armó 10 de los 11 jugadores en sus propios dominios y de ahí apenas se movió. La racanería local le sirvió al Real Madrid para aumentar su posesión de balón, hacerlo suyo y llevar el peso de los 45 minutos iniciales. Sin embargo, Zidane y los suyos no vieron claridad en los metros finales. El resumen de lo que a ambos equipos les viene lastrando toda la temporada.
Todo pudo haber cambiado si Correa, completamente sólo tras un doble error de la zaga madridista, hubiese aprovechado en el minuto 3 un mano a mano claro ante Kiko Casilla. El argentino aún necesita la sangre fría que un crack requiere para asentarse en la élite, y con todo a favor erró el 1-0 nada más comenzar la contienda. También le sobró al ‘11’ un tremendo pelotazo en la cabeza de Benzema cuando el francés estaba tirado en el suelo. Borbalán perdonó la tarjeta a Correa, pero el gesto fue claramente antideportivo.
Por parte del Real Madrid, Isco puso la magia en tres cuartos de campo, pero no encontró nunca a Benzema y Cristiano bien colocados. Un cabezazo de Sergio Ramos, una falta de Ronaldo y un disparo de Kroos fueron las mejores opciones visitantes.
El partido se marcharía al descanso con poco fútbol y más runrún que ocasiones. Ojo, también hubo y habrá polémica por un penalti no pitado a Sergio Ramos. Lucas fue el autor y el capitán blanco, nariz fracturada, no pudo ni siquiera jugar la segunda parte. Hasta la Champions, sólo se hablará de esto. El problema de estar a diez puntos del Barça seguramente no sea la justicia arbitral, pero…
Cambio de cromos, mismo resultado
Fernández Borbalán dio comienzo a la segunda parte seguramente con el pitido en los oídos del árbitro que sabe que una jugada no señalada le va a colocar en el disparadero toda la semana, y más cuando Ramos fue cambiado por Nacho. El claro penalti de la primera parte, siempre en caso de marcarlo, podría haber variado el devenir del encuentro, pero eso no quita que los dos equipos se merezcan a día de hoy estar a diez puntos del Barcelona.
El segundo acto de Atlético y Real Madrid, hasta el último cuarto de hora, fue peor que el primero y era difícil. Los rojiblancos mejoraron al inicio, tuvieron más velocidad arriba con la salida de Carrasco por Thomas, pero no intimidaron. Los visitantes decidieron dejar los deberes para el final y bien es cierto que tuvieron el 0-1 en varias acciones aunque ninguna ejecutada con tranquilidad. Esa ansiedad acabó condenando a los dos contendientes que apenas creyeron en la victoria cuando su Liga dependía de un gol en sus respectivos casilleros.
Zidane dio entrada a Asensio por Benzema mientras que Simeone hizo lo propio cambiando la pareja de ataque. Del Griezmann-Correa se pasó al Torres-Gameiro con una pitada monumental para el delantero francés. Fue un palo claro el que recibió hace dos semanas, pero Simeone acertó: a día de hoy no tienen un jugador que gane él sólo los partidos. El Metropolitano opina igual y juzgó a su estrella.
La recta final del choque dejó las ocasiones claras y falladas de Gameiro y Cristiano, éste por dos veces. Si no es por Lucas… No era el día de los delanteros y tampoco del global de Atlético y Madrid. El pitido final dejó a todos con la mirada en el suelo. Si miran arriba verán al Barcelona a diez puntos.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid, 0: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Correa (Gameiro, m. 76), Thomas (Carrasco, m. 53), Gabi, Saúl; Koke; y Griezmann (Torres, m. 76).
Real Madrid, 0: Kiko Casilla; Carvajal, Varane, Ramos (Nacho, m. 46), Marcelo; Kroos, Casemiro, Modric; Isco; Benzema (Asensio, m. 75) y Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Fernández Borbalán (C. Andaluz). Amonestó a los locales Savic (m. 34), Saúl (m. 63), Koke (m. 70), Juanfran (m. 77) y Godín (m. 89); y a los visitantes Carvajal (m. 20) y Nacho (m. 81).
Incidencias: partido correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante unos 68.000 espectadores.