El que un día fuera aspirante a la presidencia del FC Barcelona, Agustí Benedito, se ha dejado ver en los aledaños del Camp Nou, concretamente en las oficinas, para entregar un escrito solicitando las papeletas para dar comienzo a la moción de censura en contra del actual dirigente del club, Josep Maria Bartomeu.
Debemos recordar que para que todo siga su curso, Benedito deberá recoger entre 16.000 y 18.000 firmas en catorce días para que luego, el socio, pueda votar la moción. La cifra exacta se conocerá en los próximos días, cuando se cuantifique el 15% de la masa social. El club además, tendrá cinco días hábiles para entregar las papeletas a Benedito y Lluís Geli -el otro promotor de la moción-.
"El reto de recoger las firmas es enorme, pero creo que en este momento lo podemos conseguir. Estoy seguro de que en este momento existen 20.000, 30.000, 40.000 o 50.000 socios del Barça que coinciden conmigo en que la única manera de salir de este lío es que esta junta directiva dimita", aseguró Benedito.
En el calendario tienen varias fechas clave: los partidos ante Eibar, Juventus y Las Palmas, donde pueden acrecentar el número de firmantes. Además, se instalarán puntos de recogida en Barcelona y Cataluña.
El optimismo reina entre el grupo que ha decidido dar el primer paso para que Bartomeu abandone, a la fuerza, la presidencia. Son conscientes de que recoger las firmas supondrá un reto, pero la parte difícil vendrá luego, ya que tendrá que lograr un 66% de apoyos una vez votada la moción.
La colaboración del club ha sido total, pero existe un punto de confrontación: los días hábiles y los que no. Los promotores señalan que los sábados no pueden contarse como hábil, por lo que consideran que tienen hasta el 8 de septiembre para recoger las papeletas. De esta manera, Benedito y Geli señalan el día 12 como primero hábil y, según sus cálculos, el último día de plazo será el 2 de octubre, día en que se votaría la moción.
Bartomeu, al que ya le pidieron que dimitiera en la presentación de Dembélé, ha vivido un verano muy complicado. A todo lo sufrido, se le suman las razones económicas, motivo por el cual, dice Benedito, inician todo este proceso: "Las razones para un voto de censura no pueden responder a criterios deportivos de ninguna manera. Las razones son muy de fondo. La crisis es institucional, social y económica. Y esta junta directiva será imposible que nos saque de aquí".