La historia entre FC Barcelona y Jean Michael Seri dio comienzo en mitad del mercado estival de 2017. Ante la salida de Neymar rumbo al Paris Saint Germain, la edad de Iniesta, la necesidad de buscar paliar la hegemonía del Real Madrid y de volver a ilusionar a la afición con un fichaje ante la negativa de Coutinho, hicieron que los focos se posasen sobre el marfileño.
El futbolista ha concedido una entrevista a Mundo Deportivo, donde se desahoga tras la frustración de su no fichaje por el Barça. "Mal, me siento muy mal. No he jugado este fin de semana con el Niza porque no tengo la cabeza puesta en el fútbol. Mi sueño de ir al Barça se ha roto y esto, para mí, es terrible", se confiesa.
Pese a que la historia no está del todo clara, parece que las relaciones entre Niza y Barcelona se rompieron, razón por la cual el futbolista no aterrizó en Can Barça: "La causa de que se rompieran las negociaciones se debe a que las conversaciones entre los dos clubs fueron de mal en peor. Por lo que he podido averiguar, mi salida del Niza no se ha producido por razones financieras". Como buen profesional, Seri asegura que no quiso abandonar a su equipo en el crucial partido de previa de Champions frente al Nápoles, pero no se encontraba al cien por cien sobre el campo.
"Quiero ser optimista y pensar que todavía hay opciones. Que los dos clubes vuelvan a hablar tranquilamente y lleguen a un acuerdo. No estamos hablando de un club cualquiera, donde vas a fichar por dinero". Además, añade que tuvo más ofertas sobre la mesa, entre ellas la Roma, pero Monchi, harto de la directiva, dio un portazo a la operación.
Él se veía ya jugando en el Camp Nou vistiendo la camiseta del Barça, de hecho, fue Xavi Hernández el que le recomendó. Se siente elogiado y a la vez agradecido por sus palabras: "Me emocioné mucho cuando leí las declaraciones de Xavi sobre mí. Es un honor que alguien como él, precisamente mi referente futbolístico, hablara de esa forma sobre mí", confirma.
Con todo ello, Seri aún tiene esperanza de poder cumplir su sueño: "Voy a esperar y dejar mi destino en manos de Dios. Como millones de personas, soy un aficionado del Barça y pase lo que pase siempre llevaré este club en el corazón, aunque lo que ha sucedido me hace mucho daño", concluye el jugador.