Corría verano de 2014 y el Real Madrid disputaba la Supercopa de España, que a posteriori el Atlético acabaría ganando, tras proclamarse campeón de Copa del Rey. En el partido de vuelta en el Calderón, Luka vería la segunda amarilla en el minuto 89' y que ahora repercute en los intereses madridistas tres años más tarde.
Su castigo, el que le impuso el juez de Competición la Federación española, era de un partido y que ahora deberá cumplir frente al FC Barcelona el próximo domingo. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que el conjunto blanco disputó una Supercopa, pero la sanción aún se mantiene y, a la vista de otro posible caso Cheryshev, el Madrid ha tenido más cautela con el caso.
Sin ser un gran problema, dentro de la gravedad que puede causar que un jugador clave sea baja para un partido importante, Zidane baraja múltiples opciones para sustituir al mediocentro. Kovacic, Isco, Ceballos o Asensio son los nombres del casting que aspiran a ocupar el hueco que deja Modric en el próximo encuentro.