Josep María Bartomeu está viviendo uno de los momentos más difíciles como presidente del FC Barcelona. En la mañana del lunes se celebró el Congreso de Peñas en el Camp Nou y el mandatario fue abucheado cuando comenzó a narrar cómo se dio la operación salida de Neymar. Incluso durante el partido homenaje al Chapecoense en el trofeo Joan Gamper, una fecha donde suele haber lleno en las gradas para ver en acción a los nuevos fichajes, se vio el descontento con las gradas prácticamente vacías.
Con éste panorama, la cúpula culé busca dar un golpe de efecto que espante los fantasmas que ahora mismo se ciernen sobre ellos. Es por ello que durante la mañana del martes, una delegación blaugrana se ha desplazado a Liverpool para una primera toma de contacto con los mandatarios del club inglés.
La situación de Coutinho no es sencilla: él estaría encantado de poder jugar en la Ciudad Condal, pero su entrenador, Jürgen Klopp, se niega a deshacerse de una de las piezas fundamentales en su esquema táctico. Para más 'inri', el 'Pool es consciente de que el Barça cuenta con suficiente capital como para exigir una cifra bastante alta por el jugador brasileño.
Se espera que la oferta del Barça ronde los 100-120 millones de euros, pero podrían abaratar costes incluyendo algún jugador. André Gomes es del gusto de Klopp, pero Rafinha también podría estar en la lista de posibles transferibles.
El club pretende dejar finiquitada la operación a lo largo de esta semana, consiguiendo así traer a un futbolista por el que la afición vuelva a ilusionarse.