El Unión Adarve firma un histórico ascenso a Segunda 'B'

Un equipo de barrio, modesto, familiar, construido a base de esfuerzo. Así es el Unión Adarve, un conjunto que pertenece al barrio del Pilar de Madrid. El aullido de los lobos retumba más que nunca -el lobo tiene mucho significado en un equipo en cuyos inicios este animal era parte de su escudo-. El modestísimo conjunto madrileño ha hecho historia tras firmar el ascenso a Segunda 'B' tras una eliminatoria de auténtico infarto contra el Atlético Malagueño -filial del Málaga-.

En la ida, en su campo del Vicente del Bosque, un estadio talismán ya que los rojinegros lo estrenaban esta misma temporada, los pupilos de Víctor Cea ganaban 2-0. El partido de vuelta fue propio de un guión tarantiniano. El Atlético Malagueño marcó el 1-0. El Adarve, un equipo cuya seña de identidad es el tesón y la fe, no se rindió y marcó el gol que le ponía de lleno en la división de bronce del fútbol español. Parecía hecho pero aún quedaba sufrir de lo lindo. Los malagueños marcaron tres goles más, el tercero en el 87, y con 4-1 en el marcador, estaban en Segunda 'B'. En la prolongación, en un acción en la que parece que todo el barrio del el Pilar empujó con el alma ese balón, una acción desafortunada de Luis, jugador del Atlético Malagueño, supuso el definitivo 4-2. El Adarve es de bronce.

El Unión Adarve, un equipo fundado por padres en 1992, que se mueve en la penuria económica -este año la familia rojinegra podía acudir al Vicente del Bosque a animar a su equipo de formas gratuita-, en la que todo el barrio arrima el hombro en lo que puede, una auténtica piña que tras horas y horas de trabajo, recoge su premio.