La Liga número 33 del Real Madrid, conquistada tras la victoria de los blancos sobre el Málaga (0-2), ha tenido como uno de sus grandes protagonistas a Zinedine Zidane. El técnico francés, clave en la gestión del vestuario con sus rotaciones, repartiendo minutos entre todos los jugadores, era la pura expresión de la felicidad después de que el colegiado De Burgos Bengoechea hiciera sonar el silbato para señalar el final del partido en La Rosaleda.
"Ha sido espectacular. El mérito es de todos, pero sobre todo de los jugadores, porque están en el campo sufriendo y luchando. El mensaje es que han sido todos importantes desde el principio hasta el final. Todos son importantes", decía Zidane en declaraciones a Movistar Plus, añadiendo que, aunque no lo "parece", está "muy contento por dentro" por este título de Liga.
"Ha sido una Liga trabajada. Hemos tenido momentos difíciles, algunas veces complicados, pero es lo normal en una temporada tan larga", declaraba un Zizou que quiso hacer hincapié en que la española es la Liga "más difícil del mundo".
Zidane está con los jugadores y éstos, con él. Tras sus palabras, el técnico galo fue manteado por los futbolistas sobre el césped de La Rosaleda en un momento de éxtasis blanco.
Pero la cosa no quedó ahí porque, justo antes de empezar su rueda de prensa, el preparador francés fue interrumpido por cinco de sus futbolistas (Marcelo, Lucas Vázquez, Danilo, Casemiro y Morata), que quisieron bañar en champán a su entrenador para compartir con él su alegría por la conquista de este título.
Zidane ha tenido un papel clave en esta Liga tan trabajada, que se ha decidido al final, y los jugadores lo saben. Por eso están a muerte con él. Con permiso de la Juventus, la Duodécima espera el 3 de junio en Cardiff.