Soñar es gratis y aunque tuviese un precio, la afición del Atlético de Madrid lo pagaría sin pensarlo de cara al miércoles. Si alguien tiene dudas de esto que revise los quince minutos posteriores al pitido final del Atlético-Eibar. La afición se quedó en las gradas para demostrar que haya o no haya milagro en la Champions, ellos creen siempre.
Los jugadores salieron al terreno de juego para dar las gracias al Vicente Calderón, pero antes demostraron sobre el campo que para soñar, a veces, hay que mantenerse muy despierto y eso tocaba ante el Eibar. La victoria fue sufrida, el fútbol no fue maravilloso, pero en un año muy complicado en Liga, el Atlético ya tiene medio sellado su pase a la Champions como tercero.
El 1-0 de Saúl en el minuto 69 de partido deja a los madrileños con cinco puntos de ventaja y el golaverage ganado al Sevilla por lo que todo hace indicar que el Metropolitano oirá por primera vez el himno de la Champions en su estreno. Al Calderón aún le falta una noche más y no será una noche cualquiera pase lo que pase.
Antes del Madrid, el Eibar
Recta final de temporada, resaca muy dolorosa tras el derbi y el empate del Sevilla en el día anterior que transformaba la presión por consolidar la tercera plaza en exigencia, sí, pero mucho menos angustiosa. Esos fueron los antecedentes y el contexto en el que se movió el Atlético de Madrid en su choque ante el Eibar. Con esos argumentos, los visitantes sabían que el calentamiento rojiblanco se podía prorrogar más allá del inicio del choque y salieron con ganas de aprovechar sus oportunidades.
El cuadro de Mendilibar salió muy enchufado al partido mientras que el Atlético fue dosificando esfuerzos para ir de menos a más. Por fortuna para los madrileños, las ocasiones de Inui y compañía sólo fueron eso, ocasiones. La falta de gol armera mantuvo intacto el plan del Atlético y a partir del minuto diez fue un monólogo colchonero.
Dominio local claro, Thomas funcionando en el lateral derecho, Griezmann buscando su gol y Carrasco con ganas de agradar, pero faltaba chispa en el Calderón. Aún así, la afición tampoco se desesperó demasiado ya que la estadística da pie a la tranquilidad cuando el 0-0 no se mueve. 16 de los 36 choques del Atlético en Liga se han marchado al descanso sin goles y ese sopor suele dar más beneficios que disgustos a uno de los equipos que mejor se mueve en esas aguas.
Simeone pidió más a los suyos para dejar de complicarse la vida y en dos o tres intentos atléticos Yoel vio muy cerca el 1-0 en su portería. Koke, Carrasco y Saúl, los tres con la soledad suficiente como para apuntar y fusilar, mandaron fuera tres ocasiones más complicadas de fallar que de acertar. Borbalán tampoco estuvo acertado en sus decisiones y no concedió un penalti por mano de Ramis.
Saúl hace los deberes
Monólogo rojiblanco en el primer acto y también en la segunda parte. El Eibar, muy lejos ya de los puestos europeos, intentó en algunas fases ser el Villarreal que hace unas semanas derrotó al Atlético en el Calderón, pero aparte de defenderse bien hay que dar miedo a la contra y el equipo de Mendilibar fue inoperante en ese sentido.
Simeone quitó a Gaitán en el descanso y lo hizo con razón. El argentino no ha rendido con y sin ocasiones para hacerlo y aunque Torres esté también muy alejado de su mejor versión, el Cholo prefiere ganas y errores a clase y falta de intensidad. El Niño tampoco mejoró al equipo de cara a portería, pero sí lo haría siendo partícipe de la jugada del gol de la victoria.
Tras varias ocasiones de Godín, Filipe, Griezmann y Carrasco, el Atlético ya se encontraba en ese borde del área que te permite, por lo menos, asustar a tu rival. El problema era que aún necesitaba verticalidad. Simeone demandaba fuerza y cuando los rojiblancos necesitan garra y experiencia suelen tirar de sus coroneles. Esos galones los lleva a la perfección Godín que se disfrazó de extremo izquierdo para hacerse con un balón a base de oficio y poner el mismo al área para que Torres lo dejase pasar y Saúl lo mandase a la red con la izquierda. El ‘8’ lo celebró con la grada, Simeone lo hizo con Godín. La imagen lo decía todo.
El 1-0 era más que suficiente viendo las dificultades del partido, pero aún quedaría sufrir en la recta final. Tiago y Correa ya estaban en el campo por el Atlético y Adrián, Rubén Peña y Gálvez fueron los cambios del Eibar. Con todas las variantes hechas, una jugada polémica que paró el choque por varios minutos le costó al Atlético la roja a Godín por protestar y la agonía de los últimos ataques armeros. Antes incluso del gol, Filipe le puso los tacos en la espalda a Sergi Enrich en el 56' y también mereció la segunda.
Tiago salvaría el día interponiéndose en la trayectoria de un disparo que tenía la red de Oblak como destino. El portugués salvó el día incluso en la peor temporada de su carrera.
Los saltos de Simeone al acabar el partido y la comunión entre afición y jugadores sirvieron para poner punto final al choque liguero y activar ya el chip Champions. Algunos querían irse pronto a dormir hoy para tener más horas en las que soñar con el Real Madrid.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Thomas, Godín, Lucas, Filipe Luis; Gabi, Saúl, Koke, Gaitán (Torres, m.46); Griezmann (Correa, m.85) y Carrasco (Tiago, m.79)
Eibar, 0: Yoel; Arbilla, Ramis (Gálvez, m. 58), Lejeune, Juncá; Pedro León, Escalante, Dani García, Inui (Peña, m. 75); Kike García (Adrián, m. 84) y Sergi Enrich
Gol: 1-0, m.69: Saúl
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Expulsó por doble amarilla a Godín (ms.88 y 92). Amonestó a Griezmann (m.14) y Filipe Luis (m.52), del Atlético de Madrid; y a Escalante (m.42) y Arbilla (m.51), del Eibar
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima sexta jornada de LaLiga Santander 2016/17 disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 50.000 espectadores