El cuento de hadas del Panyee tailandés, un equipo creado de la nada en una isla flotante, sirvió como elemento inspirador para Pepe Mel y su plantel. El madrileño recurrió a un vídeo de cinco minutos donde se resume la historia de este histórico equipo tailandés.
En 1986 once niños se pusieron manos a la obra para construir una cancha artesanal en la que poder dar rienda suelta a su gran pasión: el fútbol. Los inicios fueron complicados: Clavos amenazantes, firme irregular y balón al agua a cada rato, lo que obligaba a los pequeños a pulir su precisión. Al final, estos inconvenientes se transformaron en una gran ventaja: cuando los chavales acudieron a disputar su primer torneo, mostraron una técnica mucho más depurada que sus rivales. Cayeron en semifinales, pero habían construido mucho más que un campo artesanal de fútbol. Engancharon a todo un pueblo y pusieron los cimientos del futuro Panyee Football Club, que ya en un recinto más profesional se convirtió en equipo de referencia en Tailandia.
El sábado en la charla previa del trascendental partido contra el Málaga -el Depor se impuso por 2-0-, Mel recupero la historia para inspirar a sus jugadores y demostrarles que, en el fútbol como en la vida, si se cree todo es posible.