El Atlético de Madrid no entiende de parones ni de ‘Virus FIFA’ y menos cuando tiene la tercera plaza liguera a tiro. Ya son varias las ocasiones en las que el cuadro madrileño ha demostrado una notable resistencia en sus defensas, casi inmunidad, ante el ataque de los compromisos internacionales.
En Málaga volvieron a dejar claro que si la nave tiene el rumbo bien marcado, un simple parón no les desestabiliza en su retorno a la competición. La Rosaleda recibió al Atlético de Madrid más golpeado de la temporada. Moyá, Vrsaljko, Tiago, Augusto, Gaitán y Gameiro se quedaron fuera por lesión, Carrasco estaba sancionado y los dos centrales uruguayos (Godín-Giménez), tocados, pero presentes en el banquillo. Era uno de esos días en los que incluso Cerci soñaba con minutos en una situación de extrema urgencia.
Ante tanta baja rojiblanca y con el parón de por medio, el Málaga de Míchel vio una buena oportunidad para meter mano a la solidez colchonera, pero su falta de peligro y sus intenciones inocentes apenas inquietaron al Atlético de Madrid. Sin hacer un buen partido, el Calderón será el receptor de los puntos que estaban en juego y si el Sevilla no es capaz de responder a su favoritismo como local ante el Sporting, el Atlético, después de una larga travesía por el desierto, será otra vez medalla de bronce en el podio de la Liga.
A falta de fútbol, Koke
Existe una forma de calibrar al Atlético de Madrid y más cuando juega fuera de casa. Si el equipo de Simeone defiende bien y se repliega con rapidez, sólo un error defensivo grave le suele costar caro porque al equipo del Cholo, estando concentrado y certero en defensa, le da exactamente igual perder infinidad de balones tras recuperación o no dominar el centro del campo. Eso pasó en la primera parte jugada en Málaga.
El cuadro de Míchel fue el equipo que más tuvo el balón, el conjunto que más cerca estuvo del área rival, pero no superó en ningún momento la capacidad del Atlético para levantar su habitual muro. En los primeros 20 minutos, Simeone vio como su equipo jugaba al pelotazo sin encontrar en ningún momento claridad en la medular. Pese a ello, bastaron sólo un par de aproximaciones juntando tres o cuatro pases para generar el 0-1.
Sería Koke el encargado de crear y finalizar la jugada del primer gol. Con el Málaga enrabietado por no traducir la velocidad de Keko y Sandro en ocasiones, el Atlético fue encontrándose más cómodo y tres de los cuatro medios, Gabi, Saúl y Koke fueron mejorando en precisión. El ‘6’ aprovechó una de esas transiciones para pivotar sobre Torres, llegar desde segunda línea y anotar con la puntera el 0-1. Transcurría el minuto 26 de partido.
Con muy poco, el Atlético de Madrid lograba ponerse por delante en el marcador y eso le valió para llegar al descanso con ventaja. En el bando malagueño todo fueron malas noticias. Primero con la lesión de Miguel Torres nada más comenzar el partido, más tarde con la tensión de Míchel en la banda ante el juego trabado que intentaba imponer e impuso su rival y por último con el gol.
Mismo guión con Filipe sentenciando
No mejoró el Atlético de Madrid en la segunda parte aunque tampoco lo necesitó. El Málaga copió su primer acto con muchas intenciones y pocas ocasiones mientras su rival se dedicaba a ir puliendo su defensa y modificando con escuadra y cartabón su once titular para no desajustar sus líneas.
Simeone no quiso arriesgar, pero si hay que destacar algún atrevimiento a la hora de hacer cambios habría que señalar la entrada de Correa por un inoperante Thomas. El Cholo quiso buscar la sentencia con la verticalidad del argentino y el plan, sin salirle ni bien ni mal, no influyó en el resultado final.
Por su parte, Míchel entendió ante el Atlético algo que ya intuía cuando llegó a La Rosaleda: asustar no vale de nada si no acabas dando miedo de verdad y su equipo, por ahora, sólo intimida a ratos. Los locales fueron incapaces de percutir de forma constante sobre los dominios de Oblak y el esloveno vivió con tranquilidad el tiempo que transcurrió desde el 0-1 hasta el 0-2. Filipe, cerca de los últimos diez minutos del choque, aprovechó otra asistencia indirecta de Torres y con un toque sutil superó por alto a Kameni finiquitando el partido.
Sin brillo y con innumerables bajas, el Atlético tiró de ‘genética’ y ganó con oficio en La Rosaleda. La velocidad de crucero se ha estabilizado en el barco rojiblanco y en días como el vivido en Málaga poco importa que no aparezcan hombres como Griezmann. Simeone sonríe porque, como él mismo dijo en la previa, su equipo se ha reiniciado sin problemas en su retorno a la Liga.
Ficha técnica:
0.- Málaga CF: Kameni; Rosales, Luis Hernández, Torres (Ricca, m. 14), Llorente, Juan Carlos; Keko (Santos, m. 72), Camacho, José Rodríguez (Recio, m. 59); Fornals y Sandro.
2.- Club Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Lucas, Savic, Filipe Luis (Giménez, m. 87); Thomas (Correa, m. 52), Gabi, Saúl, Koke; Griezmann (Godín, m. 83) y Fernando Torres.
Goles: 0-1, M. 26: Koke. 0-2, M. 74: Filipe Luis.
Arbitro: Trujillo Suárez (Colegio Tinerfeño). Mostró tarjetas amarilla a los malaguistas Juan Carlos (m. 76) y Recio (m. 76), y a los futbolistas del Atlético de Madrid Lucas (m. 18) y Savic (m. 30).
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima novena jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 30.000 espectadores.