Partido plácido y tranquilo para el Atlético de Madrid. Habrá quien diga que por momentos fue tedioso, pero los rojiblancos necesitaban un encuentro relajado y con oficio, independientemente de si se llegaba al sobresaliente o si se quedaban en el notable.
Ante el Valencia, el equipo de Simeone golpeó rápido, pasó muy pocos apuros tras el gol, volvió a dar un puñetazo sobre la mesa nada más comenzar el segundo acto y remató al final sin mayor oposición. Todo ello gracias a su faro: Antoine Griezmann. El francés está con el punto de mira ajustado y eso está permitiendo al Atlético mantenerse cuarto pese a la presión a la que le están sometiendo la Real Sociedad y el Villarreal.
Simeone dijo en la previa que la realidad les marca como primer objetivo la cuarta plaza y que sólo con regularidad podrán pensar en algo más. Esa velocidad de crucero que quiere imponer el Cholo para no tener más sustos esta temporada tiene mucho que ver con cómo esté de fino Griezmann y, actualmente, el capitán del barco rojiblanco está en la forma precisa para llevarlo a buen puerto.
Gol al inicio y seguridad atrás
Con la cantidad de sustos que está recibiendo el Atlético de Madrid fuera de casa esta temporada, ya sea con puntos perdidos o con sucesos como el de Fernando Torres, el cuadro madrileño necesita como sea que la fortaleza del Calderón quede indemne hasta final de curso. Para ello no hay mejor forma de comenzar un partido que hacerlo enchufado y así inició el equipo del Cholo su duelo frente al Valencia.
Ya desde el saque inicial, en el que se vio a seis jugadores del Atlético en el mismo círculo del centro del campo, se pudo intuir que Simeone había dado la orden de buscar el 1-0 en cuanto Estrada hiciese sonar su silbato. La moral del Valencia es muy frágil esta temporada y marcarle un gol en los compases iniciales podía marcar la diferencia entre un partido fácil y otro atascado y rocoso hasta el final. Koke y Griezmann fueron los brazos ejecutores del ataque de Simeone cuando en el minuto 10 el primero puso la asistencia y el segundo materializó el regalo de su compañero. Del ‘6’ al ‘7’ para marcar el 1-0 justo en el momento en el que el fondo sur sacaba a la luz una pancarta en apoyo a Fernando Torres, presente en la grada.
Todo comenzaba a pedir de boca aunque costaría algo más de la cuenta terminar de sentenciar un choque que se ponía de cara nada más iniciarse las hostilidades. Oblak apenas se vio agobiado por el Valencia, pero la calidad de Soler y la garra de Zaza no permitieron sestear del todo al Atlético. Aún así, por momentos, se vio a los locales demasiado atrás y el choque adoleció de ritmo para convertirse en varias fases del mismo en un carrusel de pases sin ocasiones. Esa fórmula, lógicamente, sólo beneficiaba al equipo con ventaja en el marcador.
Sentencia con acento francés
El paso por vestuarios sentó mejor al Atlético de Madrid que al Valencia y los rojiblancos sí pusieron el punto más de intensidad que el partido pedía para ser sentenciado. Sólo pasaron dos minutos para comprobar por qué el cuadro ché es una veleta en cuanto a resultados ya que lejos de salir revolucionados para buscar el empate, el equipo de Voro empezó a conceder y no a generar, hecho que el Atlético y Gameiro aprovecharon para poner el 2-0 en el 47’.
Igual que el Valencia no termina de arrancar nunca, el autor del segundo gol colchonero tampoco logra convertir un buen partido en una actuación sobresaliente. Gameiro lleva unas semanas jugando bien y marcando, pero en el Calderón le piden "mala leche". El galo tuvo varias acciones tras el 2-0, pero nuevamente adoleció de pegada y de capacidad para pasar del ‘casi’ al gol bien rematado. El Manzanares aún no le termina de ver como su ‘9’ y más en un día en el que el jugador que luce ese dorsal estaba siendo homenajeado.
Ni la falta de gol de hombres como Gameiro logró reactivar al Valencia. El conjunto ché podría haberse enganchado al encuentro y al marcador si hubiese logrado el 2-1, pero nunca estuvo cerca de lograrlo. Voro vio como su equipo sólo mareaba el balón dejando libre de polvo y paja a Oblak, que apenas tuvo que hacer acto de presencia en algún disparo mordido.A la calma del esloveno se sumó la gran actuación en la medular de Gabi con Filipe y Vrsaljko dando salida al juego y a las contras desde los laterales. Todo ello mantenido durante el 99% del segundo acto terminó de nuestralizar a los visitantes.
Voro metió en el campo a Bakkali y Santi Mina mientras que Simeone hizo lo propio con Gaitán y Thomas. El Atlético mejoró aún más su presencia en el centro del campo y a partir del minuto 71 no hubo más tela que cortar salvo para ver cuándo marcaba el tercero el conjunto local. Como no, el 3-0 lo hizo el más listo de todos. Griezmann aprovechó otro regalo más del Valencia, metió la puntera en el momento preciso y cerró el marcador que el mismo se había encargado de abrir a los diez minutos de partido. Con Antoine, todo es más fácil y el galo está de dulce.
El Atlético de Madrid llegó a rozar el 4-0, sobre todo en una acción de Gaitán, pero el marcador, que pudo ser aún más abultado si Griezmann o Gameiro hubieran aprovechado más ocasiones, no volvió a moverse. Si que se ha vuelto a mover, para bien, la posición del Atlético en Liga. La quinta plaza vuelve a ser de la Real y la cuarta, aún con mucho camino para poder cerrarla, la recuperan Griezmann y compañía. El ‘7’ bien merece la Champions en el Metropolitano.
Ficha técnica:
Atlético de Madrid, 3: Oblak; Vrsaljko, Savic, Lucas, Filipe; Carrasco (Thomas, m. 76), Gabi, Saúl, Koke; Griezmann (Correa, m. 84) y Gameiro (Gaitán, m. 69).
Valencia, 0: Diego Alves; Cancelo, Garay, Mangala, Gayà; Enzo Pérez (Santi Mina, m. 66), Dani Parejo; Munir (Bakkali, m. 66), Soler, Orellana; y Zaza.
Goles: 1-0, m. 10: Griezmann. 2-0, m. 47: Gameiro. 3-0, m. 83: Griezmann.
Árbitro: Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó al local Carrasco (m. 29) y a los visitantes Enzo Pérez (m. 19) y Santi Mina (m. 90).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Vicente Calderón ante 46.421 espectadores.