No tendrá fútbol y tampoco una plantilla en el mejor estado de forma posible, pero el Atlético de Madrid de Simeone tiene alma y hasta el último día con el Cholo en el banquillo toca repetir una y otra vez el famoso "nunca dejes de creer".
El Vicente Calderón vivió ante el Celta de Vigo una de esas noches en las que el viento te va llevando de un lado a otro y vas improvisando sobre la marcha. El 0-1 del Celta agitó el coliseo rojiblanco, la chilena de Torres estabilizó la situación y a partir del descanso todo se convirtió en anarquía. Fue un partido precioso con los visitantes poniendo el fútbol y el Atlético, el corazón.
Hubo de todo, en el mal sentido y finalmente en el bueno. El equipo de Simeone ya ha aceptado ese sobrenombre de equipo grande envidiado años atrás al verlo en otros lugares, cercanos o alejados del Calderón. Sólo así se puede explicar cómo Carrasco y Griezmann pasaron de villanos a héroes en tres minutos. De los pitos a los aplausos sin solución de continuidad. Así vive este Atlético de Madrid.
Aperitivo con chilena
Necesitaba el Vicente Calderón una primera parte con dinamismo porque si no hubiese sido así, el viento y la lluvia que azotaron Madrid durante todo el domingo hubiesen transformado el partido en una auténtica tortura para los asistentes al mismo. Celta y Atlético, por ese orden, serían los encargados de poner inicialmente mucho más fútbol del esperado en un día que pintaba igual de gris que el tiempo.
Poco hubo que esperar en la ribera del Manzanares para entrar en calor. El primero en poner chispa al choque fue el Celta. El conjunto de Berizzo inició el partido buscándole las cosquillas a su rival, sin miedo a que el Atlético aprovechase su juego de toque con las contras de Carrasco, Griezmann y Fernando Torres.
Los vigueses contaron con la ayuda de Moyá, poco dado a cometer errores de bulto. El guardameta balear no se ha ganado un nombre en el Calderón gracias a sus reflejos o a paradas estratosféricas, pero sí lo ha hecho con sobriedad, intervenciones decisivas y sabiendo estar siempre que se le ha necesitado. Ojo, sin protestar. Ante el Celta cometió el primer gran error que se le recuerda despejando mal de puños y dando medio gol a Cabral, que sólo tuvo que meter la cabeza para anotar el 0-1.
Abajo en el marcador, el Atlético instaló el sistema de alarmas propio de cualquier equipo que no termina de encontrar su mejor versión y vive en el alambre entre recuperarlo o terminar de perderlo. Lo bueno para los rojiblancos es que aparte de las luces rojas de alerta emitió, otra vez, una llamada de socorro para el futbolista que siempre aparece cuando algunos le están enseñando continuamente la puerta de salida: Fernando Torres.
El Niño aceptó el SOS de su equipo y rescató al Atlético con una chilena que bien puede valer una renovación. El gol de Cabral fue en el 5' y el de Torres para neutralizarlo seis minutos después. ¿La diferencia? Uno fue fruto de un fallo y el otro un tanto para guardar en Blu-Ray y ver cuando el Calderón ya sólo sea un bonito recuerdo. El Atlético, y ya van unas cuantas, se volvía a subir al carro de Fernando Torres.
El 1-1 igualó aún más las fuerzas de ambos equipos que atacaron muy bien, pero defendieron dejando demasiados espacios. El Celta demostró por qué ganó en su día al Real Madrid en el Bernabéu y acumuló llegadas al área que siempre dieron sensación de peligro. La oportunidad de Jozabed con su disparo al poste fue la más clara.
El Atlético volvía a estar en tierra de nadie merced al buen hacer celeste, pero contó con la ayuda del colegiado para intentar arreglar el problema. Carrasco hizo picar a Hernández Hernández y sacó oro con el penalti que daba la oportunidad de romper el gafe de las penas máximas. El colegiado se equivocó en esa acción y en otra igual de Torres que sí fue penalti y no se acabó señalando.
El Niño está de vuelta, pero ni él fue capaz de revertir una maldición que arrancó Juanfran, mantuvo Griezmann, amplió Gameiro y terminó de demostrar Fernando con su disparo al travesaño.
El potro de torturas que el Atlético tiene desde los once metros mantuvo el 1-1 y la falta de acierto de Carrasco, también. El belga, al igual que Griezmann, está a años luz de su mejor nivel y por esa razón la épica de la segunda parte lo es aún más.
Los 'renegados' renacen
Se dudó de Fernando Torres en su día y ahora es el máximo exponente del equipo. Algo de envidia tuvo que darles ese renacer a Carrasco y Griezmann porque ambos acumularon en 45 minutos la ira y el amor de la grada.
La segunda parte empezó lenta, pero acabó a más velocidad de la permitida si lo miras desde el punto de vista de los entrenadores. El Calderón vivió un segundo acto plagado de resignación, pitos, gritos de rabia y, cuando nadie lo esperaba, euforia desmedida. El Celta desnudó las vergüenzas atléticas minuto a minuto y pareció poner la puntilla con el gol de Guidetti en el 78’.
El Calderón estalló con el 1-2 antes de ver renacer a sus 'renegados': Carrasco y Griezmann. No estuvieron nada bien, eso nadie lo duda, pero '10' y '7' dieron la cara pidiendo el balón cuando los cobardes no lo quieren y eso, a veces, tiene premio. Ellos lo recibieron en el minuto 86 y en el 88 para delirio rojiblanco. Carrasco salió de la oscuridad con un golazo de volea y Griezmann no tembló a la hora de empujar un pase de la muerte de cabeza, obra de Gameiro. El galo también se unió a la fiesta de los ‘renegados’. Eso sí, no terminó de renacer porque tuvo el 4-2 a puerta vacía y la mandó al larguero.
Así es el Atlético de Madrid más grande de los últimos años. De 100 a 0 y de 0 a 100. No hay término medio. Más curiosa parece aún la remontada al recordar que sólo una lesión de Saúl evitó que Carrasco dejase el campo antes de la locura. Hasta en eso tuvo ángel el cuadro madrileño. Mientras tanto, Simeone sigue a lo suyo, "no dejes de creer" pero al Cholo no le vendría mal que las resurrecciones se hicieran más regulares y más virales en su vestuario.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 3: Moyá; Juanfran (Vrsaljko, m.46), Savic, Lucas, Filipe; Koke, Gabi, Saúl (Correa, m.71), Carrasco; Griezmann y Torres (Gameiro, m.75)
Celta de Vigo, 2: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Pablo Hernández, Jozabed (Wass, m. 63); Iago Aspas (Marcelo Díaz, m. 84), Pione Sisto (Bongonda, m.68) y Guidetti
Goles: 1-0, m.5: Cabral; 1-1, m.11: Fernando Torres; 1-2, m.78: Guidetti; 2-2, m.86: Carrasco; 3-2, m.88: Griezmann
Árbitro: Hernández Hernández (Comité de Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a Guidetti (m.41) y Jonny (m.74), del Celta; y a Gabi (m.90), del Atlético de Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de LaLiga Santander 2016/17 disputado en el Vicente Calderón ante cerca de 35.000 espectadores