El encuentro de esta noche entre el Deportivo y el Betis, correspondiente a la vigésimo primera jornada de LaLiga Santander, se ha suspendido por los destrozos que ha sufrido la cubierta de Riazor como consecuencia del temporal con fuertes rachas de viento que azota La Coruña, ha confirmado el Ayuntamiento de La Coruña.
"A causa del temporal y para garantizar la seguridad de la ciudadanía se suspende toda la actividad deportiva en las inmediaciones de Riazor. Esta suspensión afectará a los encuentros que se disputarán tanto en el estadio como en el Palacio de los Deportes de Riazor", ha anunciado el Ayuntamiento en las redes sociales.
Además del partido entre el Deportivo y el Betis se ha cancelado el que iba a enfrentar el partido de LEB Oro entre el Leyma Coruña y el FC Barcelona Lassa.
Desde primera hora de la mañana, técnicos municipales evaluaron la situación en la que se encontraba la cubierta de Riazor, explicó a Efe Carlos García Touriñán, responsable de seguridad ciudadana del Ayuntamiento de La Coruña.
El temporal ha dañado las gradas de ambos fondos del estadio de Riazor y en un primer momento se barajaron "todas las posibilidades", que irían desde el cierre parcial de las gradas, en el mejor de los casos, a la suspensión del partido, medida que finalmente se ha adoptado. Los técnicos valoraron la situación de las cubiertas afectadas y además se tuvo en cuenta la "probabilidad" de que se registrara un nuevo temporal por la tarde.
El presidente del Deportivo, Tino Fernández, estuvo presente en las inspecciones que se realizaron en el estadio de Riazor para analizar también la situación.
Las cubiertas del campo coruñés esperan desde hace años que se ejecute una actuación para mejorar el estado en que se encuentran.
En junio de 2014, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de La Coruña, entonces con Carlos Negreira (PP) al frente de la alcaldía, aprobó la licitación del proyecto de renovación de las cubiertas con un presupuesto de 2,9 millones de euros. La ejecución del proyecto se establecía en un plazo máximo de dos años, aunque iba a depender de la climatología y de la actividad del Deportivo.
Las obras previstas, que fueron adjudicadas a la empresa Dragados, incluían el cambio de 14.000 metros cuadrados de cubierta que llevaban entre 16 y 22 años sin tocarse y presentaban un importante deterioro con corrosión de algunos de sus elementos.
Sin embargo, hace unos meses, el Gobierno local, con Marea Atlántica al frente, llegó a un acuerdo para rescindir el contrato con la constructora porque esta considerara que era inviable ejecutarla según había sido proyectada.
En septiembre del año pasado, el actual alcalde, Xulio Ferreiro, indicó a los periodistas que, a pesar de que los "informes" del Ayuntamiento discrepaban con los de Dragados sobre la posibilidad de realizar la obra, veían "conveniente, con un poco más de dinero, una actuación de otro tipo, con una cubierta nueva, en vez de parchear la de Tribuna y Preferencia". Además, aseguró que la renuncia de Dragados al contrato no iba a tener "contrapartida económica para el Ayuntamiento, dado que la empresa renunció a cualquier indemnización".
La intención inicial del Gobierno local era que una parte de la obra pudiera licitarse antes de que acabara 2016, pero finalmente se ha previsto la licitación para 2017 con el objetivo de que ejecutarla en los próximos años.
El nuevo proyecto implicará una partida presupuestaria superior, de unos cuatro millones de euros y se acometerá la sustitución completa de las cubiertas de Preferencia y Tribuna, las más antiguas, y la rehabilitación de las de los fondos, que son las que se han visto afectadas por el temporal.
El Deportivo ha reclamado desde hace tiempo la actuación en las cubiertas del estadio, que ya el 11 de abril del año pasado obligaron a acordonar una parte de la grada de Pabellón Superior porque horas antes de un partido ante la UD Las Palmas se habían desprendido trozos del tejado.
Meses antes, el 8 de enero de 2016, el estadio también había sufrido desprendimientos en las cubiertas como consecuencia de las rachas de viento y además los bajos del campo se inundaron.