Arde Vallecas. Parte de la afición rayista está en pie de guerra. ¿El motivo? El fichaje de un delantero ucraniano de 26 años procedente del Betis: Roman Zozulya. El exjugador del Dnipro es considerado un seguidor de los partidos de extrema derecha y neonazis de su país.
Cuando pertenecía al conjunto ucraniano, en un partido en el que estaba sancionado, se colocó en la grada de los ultras de idelogía nazi para ver el encuentro junto a ellos, llegando a saltar al campo para agredir al árbitro.
Zozulya en sus ratos libres destina parte de su tiempo a recaudar fondos para apoyar al ejercito de su país, que desde abril de 2014 mantiene fuertes enfrentamientos con milicias prorrusas en el este de Ucrania, concretamente en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Es más, es tanto el compromiso que siente Zozulya por las Fuerzas Armadas de su país, que incluso ha llegado a participar en algunas operaciones en el campo de combate, convirtiéndose en uno de los iconos más reconocidos de los patriotas defensores del cuerpo armado de Ucrania.
Tras filtrarse por las redes sociales el posible fichaje del delantero ucraniano, parte de la afición del Rayo -mayoritariamente de izquierdas- intentó boicotear su llegada a Vallecas. El grupo ultra de extrema izquierda 'Bukaneros', llegaba a publicar "su filiación nazi le impide vestir la franjirroja" en su cuenta oficial de Twitter.
A pesar de la gran polémica, a última hora el Rayo hacía oficial la llegada de Roman y acompañaba el anuncio de su fichaje con una carta del propio jugador en la que desmiente tener vínculos con la extrema derecha.
El empeño de Matín Presa -presidente- y Rubén Baraja -entrenador-, finalmente se impusieron a los deseos de una parte de la afición rayista. Zozulya ha generado una auténtica guerra civil en el Rayo. ¿Era necesario fichar a un jugador que va a generar malestar entre gran parte de tu propia afición? ¿Es tan determinante el delantero ucraniano como para provocar con su llegada una fractura entre equipo y afición? Sin duda, el fichaje no parece el ideal en un equipo que pasa por una galopante crisis de juego y resultados -el Rayo es 17º con 25 puntos-.
En su momento, otros jugadores como Raúl García -formado en la cantera de Osasuna su llegada a Bilbao generó mucha polémica- o Güiza -xerecista de corazón, fue insultado en su presentación con el Cádiz – consiguieron revertir la situación. ¿Será capaz Zozulya de ganarse el respeto de su nueva afición?