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La sinvergonzonería de Fede Cartabia que indigna al valencianismo

El argentino utiliza una treta despreciable para un profesional con la intención de forzar su salida del conjunto de Mestalla. 

Cartabia se comporta de manera ruín con el club que le da de comer | Twitter

Dice un dicho marinero español que las ratas son las primeras en abandonar el barco cuando este se hunde. Eso es lo que ha hecho Fede Cartabia con el Valencia. El argentino se borró del compromiso de Copa del Rey ante el Celta.

Voro, nuevo capitán de la nave valencianista tras la dimisión de Prandelli, contaba con Cartabia para ser titular ante el conjunto olívico. Sin embargo, Fede pidió al técnico ché que le dejara fuera de la convocatoria alegando que no se encontraba "anímicamente preparado".

Cartabia, que finaliza contrato el 30 de junio, quiere abandonar el Valencia para marcharse al Deportivo y su renuncia a jugar contra el Celta es una indecorosa medida de presión. Una sucia postura que llega en el peor momento.

El conjunto Ché atraviesa una galopante crisis que hace temblar los cimientos del equipo de Mestalla. El Valencia está empatado a puntos, 12, con el Sporting, que ahora mismo, cierra las posiciones de descenso. El adiós de Prandelli y la falta de refuerzos -no hay margen económico por el límite salarial para traer jugadores de enjundia y la situación del equipo echa para atrás a más de uno-, hacen que la exigente afición valencianista sea muy pesimista con respecto al futuro del equipo. Saben que el problema no son los jugadores ni el técnico de rigor.

Y es que el banquillo del Valencia se ha convertido en una máquina trituradora desde la llegada de Peter Lim a Mestalla. Con la marcha de Cesare Prandelli, ya son cuatro lo técnicos, cinco si se cuenta al bombero interino, Voro -intentará apagar el fuego por quinta vez desde el 2008-, que han dirigido al equipo en las tres temporadas de la era Meriton. Y cada uno ha ido empeorando los números de su predecesor, como si de un concurso de terror se tratara.

El problema del Valencia está mucho más arriba. Peter Lim, un empresario de alta enjundia, aún no se ha dado cuenta que en el fútbol no todo son números. Sus caprichos cuestan muy caros a un equipo que ha perdido la identidad. Mientras tanto, toda una ciudad sufre al ver a un histórico hundirse sin remisión.

En un momento donde jugadores y afición deben ser una piña, actos ruines como el que ha protagonizado Fede Cartabia -negarse a servir al club que le da de comer-, no hacen más que elevar la tensión. El Valencia es un polvorín. Aguas turbias bajan por la capital del Turia.

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