Los que pretendan defender al Real Madrid dirán que lleva cuatro partidos sin perder. Los que no quieran dar la espalda a la realidad, dirán que son cuatro partidos sin ganar. Cuatro partidos empatando y no cinco porque ganaron al Sporting de Portugal en el último minuto. Son tres puntos de nueve en Liga. No puede estar contento Zidane, ni nadie. Más allá de los resultados, el juego está dejando mucho que desear. El aficionado, que acabó pitando al equipo ante el Eibar, está cansado de evocar a la épica. Quiere más fútbol en una plantilla que tiene una infinidad de recursos que luego no se reflejan en el terreno de juego. Por no haber, no hubo ni arreón final.
Sin intensidad, otra vez
El resultado es malo. Hace que el conjunto blanco pierda el liderato. Pero lo peor para el Madrid es que ni el resultado ha sido lo peor de la tarde. Zidane pidió ser intensos desde el primer hasta el último minuto. Dicho y hecho. A los cinco minutos, el Madrid ya perdía con el tanto de Fran Rico. Será casualidad, pero otra vez se coló un centrocampista en el área para rematar. Una acción que suele defender el mediocentro defensivo o, lo que es lo mismo, Casemiro. Pepe falló en la marca, Carvajal no llegó a tiempo para cubrirle e Isco, el centrocampista que estaba más cerca de la jugada, ni se enteró de que había que seguir a su pareja. Un tanto que en otro momento no hubiera supuesto un impedimento para una remontada. Pero este Madrid es vulnerable. No están cómodos, no están inspirados y, quizá, entre las malas decisiones de Zidane con el once inicial y las bajas importantes, el Madrid ha entrado en un estado de inseguridad. Los rivales no temen el campeón de Europa.
Zidane, tras la lesión de James en el calentamiento, apostó por un once que tenía a Kovacic y a Isco como novedades. El malagueño no era titular desde la Supercopa de Europa. En el once titular ya comenzaron los problemas del Madrid. Benzema, que viene avisando de su mal estado de forma, tocó seis balones en la primera mitad. No corre a presionar, no busca los espacios en el desmarque, el apoyo en corto y no está en el sitio adecuado para rematar. No está bien y su esfuerzo fue mínimo. ¿Que no quieres abandonar el 4-3-3? Saca a Morata. Si no, tienes variantes en el banquillo para formar un 4-4-2, más sólido, que solvente la ausencia de Casemiro en defensa. Un sistema que en los últimos años siempre ha traído buenos resultados.
Cristiano y Bale, lejos de su mejor nivel, sí que dan motivos para confiar en ellos. Sin ir más lejos, entre los dos fabricaron el empate. A los 17 minutos, Ander Capa, que hizo un partido extraordinario, cometió el único error al dar espacio a Ronaldo, quien se sacó un gran centro al segundo palo. Y allí Bale, demostrando una vez más su poderío aéreo, marcó con un cabezazo picado al segundo palo. El Madrid consiguió lo más complicado: igualar el marcador a los pocos minutos y teniendo 75 minutos por delante para culminar la remontada. Sin embargo, el equipo de Zidane no fue constante. Como le viene pasando últimamente, su dominio no es constante, funcionan a ráfagas y, tácticamente, parece que son inferiores al rival. El Eibar, como le pasó al Villarreal o al Borussia Dortmund, no tuvo problemas para tener posesiones largas o llevarse la mayoría de balones divididos.
Mejoría insuficiente tras el descanso
Hizo bien Zidane al descanso. Quitó a Varane por Nacho -por problemas físicos- y a Benzema por Morata. El delantero español no tuvo su tarde, pero era otra película en ataque. Presionaba, se mostraba y estaba en todas las jugadas. A los cinco minutos había intentado engañar al árbitro con un inexistente penalti y le habían anulado un gol correctamente. Morata caía a banda y Cristiano se metía de delantero. Un movimiento táctico que mejoró al Madrid, sobre todo cuando Kovacic, aunque de manera inconstante, hacía muchas cosas positivas. Pasaba, conducía, robaba y llegaba a las dos áreas. Todo lo contrario que Isco, al que se le vio igual de participativo que de fallón. Tuvo un mano a mano ante Riesgo pero incomprensiblemente se dio la vuelta para ralentizar la jugada.
Fue mejor el Madrid en la segunda parte pero no para tirar cohetes. Como dijo Mendilibar en rueda de prensa, "no han generado tanto juego y han creado bastantes menos ocasiones de lo normal". Salvo Gareth Bale, acertado en el regate y en los centros desde la derecha, dos pases al hueco de Kovacic y un remate de cabeza del propio Bale al palo, no generó casi nada en ataque. Zidane tiene mucho trabajo en estas dos semanas.
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Varane (Nacho, m.46), Danilo; Kroos, Isco (Asensio, m.72), Kovacic; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.46)
SD Eibar, 1: Asier Riesgo; Capa, Dos Santos, Lejeune, Luna; Fran Rico, Escalante, Dani García, Pedro León (Adrián, m.92), Peña (Bebe, m.87); y Sergi Enrich (Kike, m.75)
Goles: 0-1, m.5: Fran Rico; 1-1, m.16: Bale
Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Escalante (m.29), Dani García (m.48), Lejeune (m.57), Enrich (m.71) y Fran Rico (m.84), del Eibar; y a Carvajal (m.44), Bale (m.44), Morata (m.56) y Kroos (m.73), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de LaLiga Santander 2016/17 disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 72.103 espectadores