Zinedine Zidane no se casa con nadie. Ni siquiera Cristiano Ronaldo es intocable. El luso, que se estuvo dos meses lesionado tras el esguince de rodilla sufrido en la pasada final de la Eurocopa, no está fino. Su participación en el juego colectivo del Real Madrid es nula y su instinto asesino ha menguado. En el partido de este sábado ante la Unión Deportiva Las Palmas, Zizu decidió mandar al banquillo a Ronaldo en el minuto 72, cuando el conjunto merengue ganaba 1-2. Lucas Vázquez fue sus sustituto.
Cuando Cristiano se enteró de que iba a ser sustituido no reaccionó de la mejor manera. Es verdad que a ningún jugador le gusta irse al banquillo, pero los ostensibles gestos de desaprobación del luso son una falta de respeto hacía su entrenador y su compañero.