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El Alavés saca los colores al experimento de Luis Enrique (1-2)

Dos goles de Deyverson e Ibai Gómez permiten al Alavés derrotar a un Barcelona que abusó de las rotaciones.

Deyverson celebra el primer gol del Alavés | EFE

Seguro que no entraba dentro de los cálculos que el jugador más peligroso del Fútbol Club Barcelona en su partido ante el Alavés fuera Mathieu, ni desde luego que lo fuera merced a acciones a balón parado, habida cuenta de la incapacidad manifiesta de los catalanes para generar peligro real al arquero vitoriano, Pacheco. Sin embargo, ése es exactamente el escenario que se vivió en el Camp Nou en el partido de la tercera jornada liguera, donde los de Pellegrino asaltaron el feudo azulgrana (1-2).

Hubo varias claves para ello. En primer lugar, apostó Luis Enrique por una alineación repleta de novedades, donde Neymar se erigió en el supuesto líder ofensivo, junto a Arda Turan y el debutante como azulgrana Alcácer, dejando en el banquillo a Messi y Luis Suárez. Pese a la ausencia de Iniesta, el centro del campo pareció más convencional, aunque la defensa sí sonaba a experimento total. Sin Sergi Roberto o Piqué, ambos en gran momento de forma, la línea formada por el otrora denostado Aleix Vidal, Mathieu, Mascherano y el fichaje Digné, también resultó extraña, más aún cuando Cillessen, poco entrenado en el sistema culé, se estrenaba como arquero ante la lesión de Ter Stegen. Que el Alavés ya hubiera arrancado un empate en el Calderón quizá no era motivo suficiente como para tirar del escuadrón de gala, habida cuenta la ingente diferencia de calidad y económica entre ambas plantillas. Pero la cosa le salió torcida al técnico astur.

Desde el minuto inicial se pudo ver que Neymar buscaba resolver la guerra por su cuenta, y en sus tres primeras intervenciones le sobró un regate y le faltó un pase, como si su confianza en Turan o Alcácer, prácticamente inadvertido en los primeros 45 minutos, distara mucho de la que tiene en Messi o Suárez. Seguro que es así, pero se notó en demasía, con el brasileño chupón como pocas veces, lo que ya es decir. Y eso, ante este ordenado Alavés de Pellegrino, no pareció buen negocio. En toda la primera mitad, apenas un par de incursiones de Aleix Vidal por la derecha llevaron peligro a Pacheco, reforzado por una zaga de cinco defensas pero enormemente segura para una plantilla que ha sufrido tantos cambios (18 fichajes), en la que sólo tres futbolistas del pasado curso comparecieron como titulares.

Obviamente, arriba había hecho poco de inicio el Alavés, poco más que un lejano chut de Ibai Gómez que estrenó a Cillessen como azulgrana antes del cuarto de hora. A partir de ahí, casi media hora en la que ni unos ni otros inquietaron al portero rival, caso extraño en el Camp Nou. El Alavés no sufría, y fruto de la buena primera parte del dueto formado por Kiko Femenía y Edgar en el costado derecho, llegó un zarpazo de Deyverson, que se adelantó a un lentísimo Mascherano para cruzar el balón ante Cillessen, aprovechando un enorme centro del talentoso Femenía. Llegado el intermedio, el equipo visitante ya había crecido en su confianza, en un duelo que, definitivamente, se le había complicado al Barcelona.

Parecieron volver las cosas a la normalidad cuando Mathieu, en el primer córner de la segunda mitad, puso el empate. Incluso pudo, acto seguido, volver a marcar el francés, cuando golpeó con fuerza pero sin colocación un balón que le quedó a placer ante Pacheco. Pero pese a ese arreón azulgrana, nada había cambiado realmente, como avisó un gol anulado por un fuera de juego de centímetros al Alavés. Al Barcelona le quedaba, pues, quemar las naves, y Messi, Iniesta y Luis Suárez entraron progresivamente en el terreno de juego, habida cuenta de la sorprendente incapacidad colectiva. Los discretos centros de Digné, la inoperancia de Alcácer, o el mal día de Rakitic o Turan obligaron al entrenador culé a tirar de lo mejor que tenía disponible.

Pero los problemas del Barcelona no estaban sólo en la dificultad para crear. Un valor a priori seguro como Mascherano cuajó uno de los peores partidos que se le recuerdan. A su lentitud en el gol de Deyverson se le unió un espantoso despeje que aprovechó Ibai Gómez, tras ganarle la pugna a Aleix Vidal, para batir a Cillessen. Con algo menos de media hora por delante, la situación se había tornado de alerta roja para los locales que, eso sí, disponían ya de todo su arsenal sobre el césped.

Empero, todo se mantuvo igual. La recta final fue una sucesión de intentos por la izquierda de un Neymar acorralado, Digné se hinchó a centrar desde ese costado pero Pacheco pareció agradecer todos y cada uno de sus balones, a cual más naif. Entre tanto, ni Messi ni Suárez resultaron factores determinantes, ahogados ya en una maraña alavesa que parecía de hormigón armado alcanzada esa alturas de partido. Sólo el primer buen centro de Digné, ya con el tiempo de añadido avanzado, estuvo a punto de convertirlo Messi en un empate que, visto lo visto, habría sabido a gloria en Can Barça.

Ficha técnica:

Barcelona (1): Cillessen; Vidal, Mascherano, Mathieu, Digné; Busquets, Rakitic, Denis Suárez (Messi, m.60); Turan (Iniesta, m.64), Neymar, y Alcácer (Luis Suárez, m.67).

Alavés (2): Pacheco; Femenía (Vigaray, m.74), Alexis, Laguardia, Raúl García, Theo Hernández; Llorente, Torres, Ibai Gómez (Camarasa, m.79), Edgar (Espinoza, m.70); y Deyverson.

Goles: (0-1): Deyverson (m.39); (1-1): Mathieu (m.47); (1-2): Ibai Gómez (m.64).

Árbitro: Melero López (andaluz). Mostró tarjeta amarilla al local Mascherano y al visitante Raúl García.

Incidencias: partido disputado en el Camp Nou, perteneciente a la 3ª jornada de la Liga Santander, ante 74.237 espectadores.

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