Un Atlético adicto a competir cierra la Liga ganando al Celta (2-0)

No reservó a casi nadie el Cholo para medirse al Celta de Vigo en el último partido del curso en el Calderón. El 'casi' lo puso la suplencia de Giménez, que en principio es más titular que Savic en el eje de la zaga, pero esta temporada en lo que a centrales se refiere sólo Godín ha tenido el puesto fijo.

Simeone no quería tres semanas de relax para sus jugadores y por esa razón el once que saltó al césped ante el Celta fue el que se jugaría la Liga en caso de haber llegado vivos a la última jornada. El primer tiempo fue competitivo. Así se puede resumir lo visto en esos primeros 45 minutos. No fue una maravilla de encuentro, pero tampoco tuvo tintes de amistoso.

El Atlético fue mejor que el Celta en el primer acto y tuvo varias oportunidades para ponerse por delante en el marcador. Primero probaría fortuna Saúl con un zurdazo que no logró la excelencia del ejecutado ante el Bayern en Champios aunque hizo estirarse a Sergio Álvarez para detenerlo. El segundo en probar fortuna sería Godín con un testarazo de pillo que se encontró con el larguero y con el palo. El último en tener una ocasión seria fue Torres, pero tampoco vio portería. El mensaje del vestuario era competir sin riesgos y el equipo lo estaba haciendo.

El Celta no se empapó de las ganas atléticas y curiosamente el equipo que más se jugaba, aunque fuese poco, sería el que menos opciones de marcar tuvo. Sólo un remate de Orellana despejado por Jan Zamora Oblak preocupó levemente al portero esloveno.

Atlético GT

El Atlético de Madrid es un equipo adicto a competir. Lo lleva en su ADN y en la segunda parte fue el único equipo que quiso ganar. Lo hizo. Simeone mantuvo a su equipo, no veía el partido como una pachanga para animar al equipo antes de Milán, y los jugadores respondieron a la exigencia de su técnico.

En nueve minutos, los rojiblancos cerraron el encuentro con su pareja de oro. Torres abrió la cuenta en el 51’ con un remate acrobático en un córner y como no había tenido suficiente, el Niño generó el 2-0 tres minutos después con una tijera que se fue a la madera para acabar en la cabeza de un Griezmann que llegó como un obús desde la segunda línea para remachar el encuentro. El 9 y el 7’ el delantero centro y el escudero goleador. En Lisboa, el Atlético no tuvo a Diego Costa. En Milán, si nada falla, tendrá dos delanteros en racha.

El Celta de Berizzo no hizo aparición en todo el segundo acto, algo ampliable al partido en general, y el resto del encuentro sirvió para ver el hambre rojiblanca por seguir aumentando la adrenalina de una afición que necesita un premio final el 28 de mayo. Tiago y su regreso a los terrenos de juego fue otro de los momentos sentimentales que se vivieron en el Calderón en un partido donde no hubo ningún "pero".

No hubo lesiones, Oblak igualó a Liaño como el portero con menos encajados en Liga de la historia y el final fue más que feliz. El Calderón despidió a los suyos con un mensaje claro para sus jugadores. Algo faltó en Lisboa en 2014, puede que no fuera el momento para ganar la Champions, y en Milán, como dijo Simeone, el fútbol le ofrecerá una nueva oportunidad al Atlético para ganar su primera Champions. Pasar de un sueño que llevan teniendo abuelos, padres e hijos a una realidad dependerá de los guerreros de Simeone.

Ficha técnica

Atlético de Madrid, 2: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Augusto; Saúl, Gabi, Koke, Griezmann (Carrasco, m. 73); y Fernando Torres (Tiago, m. 76)
Celta de Vigo, 0: Sergio Álvarez; Jonny, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Planas; Marcelo Díaz, Wass (Iago Aspas, m. 59), Tucu Hernández (Radoja, m. 81); Orellana (Bongonda, m. 70), Nolito y Guidetti

Goles: 1-0, m. 51: Fernando Torres; 2-0, m. 54: Griezmann
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Amonestó a Gabi (m.36), Griezmann (m.46), Savic (m.78) y Koke (m.80), del Atlético de Madrid; y a Orellana (m.66), Nolito (m.78), Hugo Mallo (m.80), Pablo Hernández (m.80) e Iago Aspas (m.86), del Celta
Incidencias: Partido correspondiente a la última jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores