Era el ‘Día del Niño’ en el Vicente Calderón, pero luchar por la Liga no es un juego que haya que tomarse a la ligera y el Atlético no lo hizo. Era una tarde de fiesta condicionada por las presiones. La primera la del Real Madrid sobre sus vecinos, que tenían que ganar para recuperar la segunda plaza y la segunda la caza rojiblanca sobre el líder, el Barcelona. Sólo valía ganar.
No hubo fallo atlético y tres ‘niños’, dos que aún lo son y otro que ha recuperado la juventud que un día le valió el mote que ostenta, se encargaron de mandar un mensaje: entre el Barcelona y el Real Madrid está el Atlético de Madrid.
Gol y pausa rojiblanca
Fue una semana dura para el Atlético de Madrid debido al desgaste físico y psicológico que tuvieron que afrontar ante el Barcelona en la Champions, pero la primera parte realizada ante el Granada fue demasiado mala pese a ese hándicap. Era previsible que el equipo de Simeone perdiese fuerza con el paso de lo minutos, no que lo hiciese transcurridos los 20 minutos iniciales. Al pasar esa frontera, el Atlético desapareció y convirtió la imprecisión en la peor de sus enfermedades.
Antes de la caraja, los rojiblancos fueron muy superiores al Granada. El equipo local estaba entonado, llegaba con peligro al área de Andrés Fernández y las bandas funcionaban. Juanfran y Carrasco fueron incisivos por sus flancos y los visitantes achicaban el peligro como podían. En la medular, tranquilidad. Gabi no encontró oposición con Saúl y Koke ayudando en esa faceta del juego y el Atlético rompía líneas con facilidad.
Antes de cumplirse el cuarto de hora de partido, Koke ya había puesto por delante a su equipo. El centrocampista rojiblanco se sumó al ataque desde la segunda línea y convirtió en oro un remate defectuoso de Torres a pase de Lucas. 1-0, partido dominado y rival tocado. No lo supo aprovechar el cuadro madrileño y a partir de ahí sesteó.
El Granada no tardó demasiado en darse cuenta que el Atlético iba a echar el freno de mano con ventaja en el marcador y los jugadores de José González encontraron más posesión y más salida de balón, sobre todo con la potencia de Doucoure para romper la presión local en la medular.
Los andaluces fueron creciendo merced al empequeñecimiento atlético y el empate a uno estuvo muy cerca de llegar gracias a un zapatazo potente y colocado de Rochina que se topó con la madera. No sería el único aviso granadino aunque sí fue la ocasión que más miedo generó en el Cholo y compañía.
Fue una mala primera parte del Atlético, por no decir muy mala, pero la victoria seguía estando de su lado y el Calderón ni se inmutó.
El ‘Niño’ de los niños
En la reanudación se demostró que el problema del Atlético de Madrid en la primera mitad no fue por falta de gasolina sino por ausencia de precisión. En el segundo acto, Simeone y los suyos dieron por finalizada la mini-siesta del 20’ al 45’ y volvieron a dominar a un Granada que ya había perdido la oportunidad de sacar algo positivo de la ribera del Manzanares.
Sería el ‘Niño’ en el ‘Día del Niño’ el que acabaría por decantar la balanza para el lado local. Una nueva aparición de Koke, el renacido, sirvió para que el ‘6’ atlético filtrase un balón entre líneas donde encontró a Fernando Torres que no perdonaría antes de cumplirse la hora de juego. El ‘9’, como ya hiciese ante el Betis, picó el balón sobre el portero y puso una cruz más en su casillero de goles. Cuatro tantos en cuatro partidos consecutivos y su asociación con Koke en su punto más efectivo. ¿Qué más se puede pedir? Su nuevo contrato.
Simeone vio con el 2-0 que ya era hora de dar descanso a sus jugadores más desgastados tras una semana intensa y retiró escalonadamente a Carrasco, Griezmann y Koke. Augusto, Correa y Óliver entraron al terreno de juego y gracias a ellos no faltó frescura en un desenlace con la velocidad de crucero ya puesta. El final lo pondría Correa resolviendo un mano a mano a pase de Saúl. Tres goles y tres puntos en el bolsillo.
El Atlético de Madrid no baja el ritmo y ya le espera San Mamés, otra prueba de fuego para optar a todo esta temporada. La Liga y la Champions están en el horizonte en el mejor momento de los rojiblancos. Hagan sus apuestas.