El Valencia consiguió respirar con una victoria necesaria (2-1) para sus aspiraciones de permanencia gracias a un gol de Álvaro Negredo en tiempo de prolongación ante un Sevilla que continúa con el maleficio de no sumar como visitante.
El gol de Negredo dio la victoria a un equipo que había ido por delante en el marcador desde el final del primer tiempo hasta el minuto 86 en el que Kevin Gameiro había establecido la igualada.
Fue un partido de dominio absoluto del Valencia en la primera mitad y en el que el Sevilla mejoró sensiblemente tras el descanso cuando, a pesar de no disponer de claras ocasiones de gol, fue capaz de nivelar el marcador, aunque finalmente se le escapara la igualada.
Desde que se puso el balón en juego, quedó patente cual era el equipo con el objetivo más claro, ya que el Valencia derrochó una gran intensidad ante un rival más contemporizador, que jugará el jueves un partido clave en la Liga Europa ante el Athletic de Bilbao.
Los valencianistas impusieron un ritmo frenético a su juego, se convirtieron en dominador del partido tanto en ataque como en defensa y aunque las ideas futbolísticas del equipo no han mejorado sustancialmente, la intensidad y el derroche de energías fueron sus principales armas.
Durante la primera media hora de partido, el conjunto de Pako Ayestarán dispuso de varias ocasiones para marcar, forzó media docena de córners y jugó siempre cerca de la portería de Sergio Rico.
El conjunto sevillista, con varias novedades en el equipo, no pudo con el empuje de su rival y apenas se acercó a la portería valencianista.
El partido llegó al descanso con 1-0 en el marcador gracias a una falta lanzada por Parejo en el minuto 41 que rozó en un defensor y no dio opciones al meta del equipo andaluz.
Pese a ello, la ocasión más clara de los locales llegó en un remate al poste de Santi Mina antes del descanso, por lo que el encuentro llegó a su ecuador con ventaja para el Valencia, que mereció un resultad más amplio.
En los últimos encuentros, el Valencia siempre ha sido mejor en los primeros periodos que en los segundos y ante el Sevilla, además, había completado un gran esfuerzo físico antes del descanso, por lo que el calor y el potencial del Sevilla iban a medir la capacidad de reacción de los locales.
El equipo de Unai Emery, con Vitolo en lugar de Juan Muñoz, fue más incisivo en el tramo inicial de la reanudación y el encuentro pasó a tener más alternativas, con aproximaciones continuas a una y otra portería.
El Sevilla mejoró con la entrada de Vitolo y Gameiro y, mediado el segundo periodo, Ayestarán dispuso, con la inclusión de Enzo Pérez por Rodrigo, que el Valencia pasara a jugar con un 4-4-2.
Superado el ecuador del segundo periodo y, tras los cambios, el Sevilla tuvo en el partido la presencia que no había tenido en el primer tiempo, ante un rival que trató de ralentizar el ritmo del encuentro y de buscar el segundo tanto al contragolpe.
El encuentro entró en su tramo final con el Sevilla mejor posicionado sobre el terreno de juego ante un rival cuyo objetivo era mantener la ventaja, ya que el desgaste del primer periodo se dejaba notar en los jugadores el conjunto valenciano.
Como consecuencia de la mejoría del equipo sevillista llegó el gol del empate, marcado por Gameiro en un disparo en el que no dio opción a Diego Alves a cuatro minutos del final.
Cuando la igualada parecía definitiva, una falta sacada por Parejo ocasionó una melé que el exsevillista Negredo resolvió desde cerca con la derecha para dejar los tres puntos en Mestalla.
Ficha técnica:
Valencia, 2: Diego Alves, Barragán, Mustafi, Abdennour, Siqueira, Javi Fuego, Parejo, André Gomes, Rodrigo (Enzo Pérez, m.65), Santi Mina (Feghouli, m.77) y Paco Alcácer (Negredo, m.86).
Sevilla, 1: Sergo Rico, Coke, Rami, Fazio, Escudero, Cristóforo (Gameiro, m.60), Krychowiak, Krohn Delhi, Banega, Juan Muñoz (Vitolo, m.46) y Llorente (Konoplyanka, m.70).
Goles: 1-0, m.41: Parejo. 1-1, m.86: Gameiro. 2-1, m.90+: Negredo.
Árbitro: Vicandi Garrido (comité vasco). Amonestó por el Valencia a Mustafi y Enzo Pérez y por el Sevilla a Llorente y Rami.
Incidencias: partido disputado en Mestalla ante 50.000 espectadores.