El fútbol español llora con rabia la muerte de Johan Cruyff. Como si de un guiño del destino se tratara, la selección mostró su cara más triste en el partido frente a Italia horas después de conocerse la muerte de la leyenda holandesa.
Un Cruyff que hoy no estaría satisfecho de la selección, que en gran parte, él construyó. El arquitecto del fútbol total, del juego asociativo, del fútbol ofensivo, del fútbol atractivo, tuvo mucha influencia en la España que Luis Aragonés diseñó allá por 2008. Al igual que Cruyff en su momento, Aragonés creó una identidad revolucionaria a una España que cambió la furia por fútbol como seña de identidad.
En este día triste, mustio para todos los amantes del fútbol moderno, Italia nos enseñó otro caminó para divertir y competir. Intensidad, verticalidad, profundidad, cerrar los espacios, robar y salir a la contra. Este jueves, curiosamente el día de la muerte de uno de los padres del fútbol ofensivo, la otra Italia dio un buen baño a la España más tibia.
España tiene mucho a mejorar para llegar con opciones a Francia. Importantes carencias con y sin balón. Tras unos primeros minutos de tanteo, Italia dio un paso al frente. Gracias a la movilidad de un Candreva omnipresente, que se juntó en banda derecha con Darmian y Florenzi para hacer un roto al carril izquierdo español donde Azpilicueta estaba superado.
En la segunda mitad, tras la entrada de Koke, España tapó ese tremendo boquete, pero Conte sacó talento, Zaza e Insigne, y entre ambos volvieron loca a nuestra defensa. El 1-0 resume parte del partido: perdida en la salida, Italia monta una vertiginosa contra e Insigne no perdona.
España tuvo la suerte de encontrarse con un gol en la siguiente jugada al tanto italiano -Aritz Aduriz, ¡qué instinto asesino tiene el Gran Liejo!-, que no falla en su cita con el gol, remató a bocajarro un despeje de Buffon tras un cabezazo de Morata -gran partido del jugador de la Juve- que, en fuera de juego, aprovechó un gran centro en una falta lateral botada de Cesc-. A los de Del Bosque les sostuvo las grandes intervenciones de un De Gea que sacó tres o cuatro manos abajo salvadoras.
Los pupilos de Del Bosque, que notaron la baja de Busquets en un centro de operaciones que hizo aguas, comandado por un horroroso San José, salvaron un empate en un día en los que los amantes del fútbol no estaban para fiestas. España, irreconocible, tampoco.
Ficha técnica:
Italia, 1: Buffon; Florenzi (De Silvestri, m.89), Darmian, Bonucci, Astori, Giaccherini; Candreva (Bernardeschi, m.60), Parolo (Jorginho, m.89), Thiago Motta, Eder (Insigne, m.46); y Pellé (Zaza, m.60).
España, 1: De Gea; Juanfran (Jordi Alba, m.78), Piqué, Sergio Ramos (Nacho, m.46), Azpilicueta; San José, Thiago (Isco, m.61), Cesc; Mata (Koke, m.46), Aduriz (Silva, m.71) y Morata (Alcácer, m.86).
Goles: 1-0, m.67: Insigne. 1-1, m.70: Aduriz.
Árbitro: Deniz Aytekin (ALE). Amonestó a Motta y Parolo por Italia; y a Cesc por España.