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Encuentran al niño que buscaba la camiseta de Peñaranda

La curiosa historia protagonizada por el delantero del Granada, Adalberto Peñaranda, y un niño, tuvo final feliz.

La curiosa historia protagonizada por el delantero del Granada, Adalberto Peñaranda, y un niño, tuvo final feliz.
Óliver hizo realidad su sueño | EFE

En Inglaterra es normal ver a distintos aficionados con camisetas del equipo, incluso, de su propio barrio. Clubes que juegan en categorías muy menores, pero que hacen palpitar por dentro a sus aficionados. Allí es muy raro ver a una persona que sea hincha de dos equipos. Algo que, desgraciadamente, se da de manera habitual en España.

Sin embargo, aún quedan valientes del sentimiento. Este niño de Granada lo deja claro: ni Barça ni Madrid; ni Messi, ni Cristiano ni Marcelo, él es del Granada y a mucha honra. Y tiene un objetivo, conseguir la camiseta de la perla del equipo nazarí, Adalberto Peñaranda. A sus 18 años, Peñaranda se ha ganado el corazón de su afición y sus condiciones han llamado la atención de muchos directores deportivos: su inteligencia, su tremenda calidad, su madurez y su endiablada velocidad, encandilan. El Watford de Quique Sánchez Flores ya lo tiene atado para la próxima temporada.

Fíjense si es anómalo que en España un niño no quiera la camiseta ni de Marcelo ni de Cristiano -el Granada se enfrentó al Real Madrid en su estadio de Los Cármenes el pasado 7 de febrero-, sino la del ídolo del equipo de sus amores, que Peñaranda, delantero venezolano, hizo un llamamiento social por Twitter para encontrar a este mirlo blanco de la pasión en peligro de extinción, cumplir el deseo del niño y regalarle su camiseta. La búsqueda, a lo Quién sabe dónde, se convirtió en viral y, finalmente, ha tenido éxito. Fueron muchas las respuestas y retweets que recibió Peñaranda -12 mil retweets- y en menos de 24 horas pudo encontrar al joven aficionado rojiblanco.

Ayer miércoles, el Granada invitó a las instalaciones del club a Óliver -así se llama el chico- y a su familia para conocer la ciudad deportiva y poder fotografiarse y recibir la camiseta de su ídolo, Peñaranda.

Una gran historia de amor a unos colores que tiene final feliz.

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