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Arbilla entrena con reducción de oxígeno para mejorar su puesta a punto

El zaguero del Espanyol fuerza su organismo para recuperarse mejor de los esfuerzos. Una llamativa máscara cubre su rostro.

El zaguero del Espanyol fuerza su organismo para recuperarse mejor de los esfuerzos. Una llamativa máscara cubre su rostro.
Arbilla, en el entrenamiento matutino de este martes | R.C.D Espanyol

Anaitz Arbilla Zabala, más conocido como Arbilla, es un defensa polivalente que puede jugar tanto de central como de lateral. Salido de la prolífica cantera de Lezama, el navarro es un currante del fútbol que tuvo que batirse el cobre en el barro de Segunda B -Baskonia, Bilbao Athletic, Barakaldo y Poli Ejido-. El Salamanca le dio la alternativa en la división de plata, donde también jugó con la casaca del Hércules.

El gran rendimiento de Arbilla -destaca por su gran capacidad para sacar el balón jugado y por su pegajosa marca individual- no pasó desapercibido para el cazatalentos del Rayo, Felipe Miñambres, que lo reclutó para que en Vallecas hiciera su debut en Primera. La temporada pasada el Espanyol se hizo con sus servicios a cambio de 1 millón de euros.

A sus 28 años, el curso futbolístico 15/16 se ha convertido en un auténtico vía crucis para él. Las lesiones le han lastrado y apenas ha podido disputar 7 partidos con los pericos.

En la recta final de su recuperación de unas latosas molestias en el tendón de aquiles, este martes Arbilla ha sorprendido en el entrenamiento del Espanyol. Lucía el navarro una aparatosa máscara que cubría su cara. No, no tenía los huesos propios de su nariz tocados.

Se trata de una novedosa fórmula aplicada al fútbol, de una técnica que utilizan mucho los ciclistas -entrenar en altura para producir más glóbulos rojos- y que los médicos del Espanyol han adaptado al día día de su equipo gracias al ingenio y la utilización de una máscara -en sustitución de la altura-, en la que los galenos hacen que un jugador tenga que disputar los distintos ejercicios de su entrenamiento personalizado con menos oxígeno de lo normal.

Según parece, esta técnica sirve para endurecer el cuerpo. El organismo reaccionará mejor ante situaciones límite y de esta manera se recuperara antes y mejor de los grandes esfuerzos.

Sin duda, Arbilla no se deja por el camino ni un litro de su capacidad pulmonar para ayudar a su equipo, un Espanyol que atraviesa una crisis galopante de juego y resultados que le han situado al borde de las posiciones de descenso -un punto le separa de la 17ª plaza que actualmente ocupa la U.D. Las Palmas-.

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