
Pocos partidos más cómodos que la visita del Granada tendrá el Fútbol Club Barcelona en este curso. El triunfo por 4-0 de los de Luis Enrique quedó resuelto en apenas un cuarto de hora, cuando el planteamiento inicial de los andaluces demostró ser un suicidio y dilapidó las opciones de dar la sorpresa de los de José Ramón Sandoval, que estuvieron en su visita al Camp Nou muy lejos de lo necesario para ni tan siquiera inquietar a un Barcelona en el que Messi, Neymar y Suárez siguieron con su placentera relación, y la fiesta de tornó en redonda con el debut de Turan y Aleix Vidal, y dando descanso a varios de sus titulares indiscutibles, como Mascherano, Iniesta, o Busquets.
Plantarse en el Camp Nou con tres centrales puede ser una buena idea. Arriesgada, algo kamikaze quizás, pero valiente, aunque dicha intención deba venir acompañada de una serie de condicionantes. El primero, plantar una línea de presión arriba que dificulte en la medida de lo posible la creación del Barça. Con jugadores como Rochina, Peñaranda y Success, el Granada estaba capacitado para hacerlo en el Camp Nou. La segunda condición sine qua non para no salir escaldado ante el Barça plantando esa línea de tres atrás, parece lógico que es un esfuerzo coral que minimice los espacios a tan talentoso rival, aspecto en el que los de Sandoval comenzaron a flojear. La tercera, disponer de tres centrales experimentados capaces de asumir tamaño reto, fue la más incumplida, pues el entrenador madrileño se inventó la novedad de un Uche, hasta ahora centrocampista, como central, que empezó el partido desubicado junto a Lombán y Doria, incapaz de compactar el punto más arriesgado de la apuesta de Sandoval.
Y ante tal escenario, el Granada fue un juguete en manos del Barcelona. En la primera parte, uno tras otro, sin remisión, los balones a la espalda de la zaga andaluza se sucedieron. Arda Turan, debutante en liga, se dio un empacho de pases definitivos, bien resuelto el primero de ellos por Messi a los ocho minutos, para inaugurar una tarde placentera para los de Luis Enrique. Ante una defensa tan infantil, el Barcelona jugó a placer, encontró todo tipo de opciones y huecos en la zaga visitante, y sólo el hecho de que levantara el pie del acelerador, como corresponde en un juego de niños, tras el segundo de Messi, evitó que el marcador al descanso ya fuera de escándalo. La sentencia llegó a los catorce minutos tras otra gran combinación de ese tridente ofensivo letal que conforman el argentino, Neymar y Suárez, Aun así, Lombán y Doria actuaron como apagafuegos en más de una ocasión para que, pese a no irle la vida en ello, el Barça no se fuera con una goleada de escándalo al descanso.
No bien guarecido atrás, se podía esperar el Granada que inquietara en alguna ocasión al Barcelona, con sus dos jóvenes talentos, Success y Peñaranda, gozando de espacios a la carrera, esos con los que tanto daño hiciera el Deportivo en el Camp Nou. Pero nada más lejos de la realidad. El nigeriano y el venezolano fueron poco más que espectadores de un partido en el que el debut liguero de Arda y Aleix Vidal se saldó con notable, comodísimo tras los delanteros el turco, proveedor de éstos, y lanzado por la derecha el ex del Sevilla, alcanzando en varias ocasiones la línea de fondo, pletórico de forma física tras apenas desgastarse en los últimos meses, por obvias razones.
Consciente de su suicidio, Sandoval cambió de chip en la segunda parte. Incrustó a Mainz como tercer central, y Uche volvió al centro del campo, reemplazando a un Krhin necesitado de mimos por su reciente fragilidad física. Con un escenario mucho más razonable, ya con el tercer central en su sitio con todas las de la ley, el Granada trató al menos de tener la posesión, lo que quizá, al menos en cuanto a imagen, le habría dado réditos de plantarse inicialmente con esa idea, aunque el resultado en goles hubiera sido similar. En todo caso, con todo visto para sentencia desde el minuto catorce, dos nuevos tantos, uno de Messi tras dormirse la retaguardia andaluza tras una cabriola más de Neymar, y otro del propio brasileño, que sigue tocado por una varita mágina, cerraron un marcador tan rotundo como escladerecedor de lo visto en el partido. Y seguramente, corto, pues los visitantes distaron mucho de ofrecer el nivel requerido para siquiera hacer dudar por un instante a un Barça que recupera provisionalmente el liderato a espera de lo que haga el Atlético de Madrid.
Ficha técnica:
Barcelona (4): Bravo; Aleix Vidal (Alves, m.65), Piqué, Vermaelen, Alba; Arda Turan (Adriano, m.72), Rakitic, Sergi Roberto; Messi, Neymar y Suárez.
Granada (0): Andrés Fernández; Edgar, Lombán, Doria, Birahi; Uche, Krhin (Mainz, m.46), Rubén Pérez, Rochina (Márquez, m. 78), Success; y Peñaranda (Robert, m.72).
Goles: (1-0): Messi (m.8); (2-0): Messi (m.14); (3-0): Messi (m. 58); (4-0): Neymar (m. 83).
Árbitro: Velasco Carballo (madrileño). Mostró tarjeta amarilla al local Aleix Vidal y a los visitantes Rochina, Edgar, Lombán, y Doria.