El técnico del Real Betis Balompié, Pepe Mel, ha puesto "a disposición del club" su puesto, tras la sonrojante derrota (0-4) de este domingo frente al Eibar en la decimoctava jornada de la Liga BBVA, con parte del Benito Villamarín señalando como culpable al banquillo, y se mostró con ganas de "hacer autocrítica y mejorar".
"Soy un entrenador de fútbol que está a disposición del club. Es fácil echar a un entrenador, no hay ningún problema por mí. El público es soberano y protesta por lo que ve. Sí creo que se equivocan en pitarle a un futbolista. Hay que intentar levantarle y luego, al final del partido, la gente se exprese como quiera. El entrenador es el máximo responsable de todo lo que pasa malo. Yo admito que el público piense que me tengo que ir, el club tiene mi cargo a su disposición desde ya", explicó el técnico verdiblanco al término del encuentro.
"La solución puede pasar por tres cosas: la primera, seguimos juntos todos y es trabajo del cuerpo técnico intentar sacar muchas más cosa a los futbolistas. Otra solución es el mercado invernal y que el club traiga gente que nos dé y nos ayude en las situaciones que somos mejorables. La tercera vía es cambiar al entrenador", continuó.
En cuanto a su estado de ánimo, Mel se mostró decepcionado y con ganas de mejorar en lo personal. "Me siento bien. Los cargos en los equipos de fútbol desgastan. Está claro que el Pepe Mel de hace dos años tenía mucho más adeptos que el de hoy. Estoy decepcionado conmigo mismo y con los jugadores, porque podemos hacerlo mejor todos juntos. Quiero hacer autocrítica en lo que a mí respecta y puedo mejorar. Mi mayor ambición y preocupación es levantar lo que he visto en el vestuario. Los futbolistas son personas, a veces se nos olvida eso", declaró.
Sobre la humillante derrota ante el Eibar, el preparador del conjunto andaluz reconoció los errores de sus jugadores y quiso alabar al rival. "El Eibar ha sido un buen equipo, que nos ha superado en todo y que lo ha hecho muy bien. Les he felicitado, el resultado es justo. Hemos perdido el partido en la primera parte, jugando con un ritmo de balón muy bajo y haciéndolo todo muy previsible, con mucha distancia entre Ceballos y Rubén Castro. No hemos sido capaces de llegar al minuto 60 metidos en el partido. El segundo gol ha sido una losa tremenda", apuntó.