Si fuera por el público y sobre todo, por el rendimiento de sus futbolistas, Rafa Benítez ya sería historia del Real Madrid. No está volando a Liverpool para reunirse con su familia porque en los dos últimos partidos estaban como rivales el Rayo Vallecano y la Real Sociedad y porque los árbitros son los únicos que hacen campaña a favor del técnico blanco.
Nada ha cambiado en los últimos días ni en los últimos meses. Benítez fue fichado, según Florentino Pérez, para solucionar unos problemas que siguen existiendo. Incluso han aparecido otros nuevos. Y eso sólo hablando de los problemas deportivos, dejando al margen las relaciones o la química entre la plantilla y el entrenador. El Madrid ganó a la Real Sociedad. Sí. ¿y qué? ¿esto es con lo que se tiene que conformar el aficionado que paga su nada barata entrada? El partido fue parecido al de hace una semana ante el Rayo Vallecano. Sin fútbol, sin actitud, sólo sacaron el partido adelante por tener mayor acierto ante la portería y porque los errores arbitrales les favorecieron. A esto se ha reducido un Real Madrid que da autentica pena. Es un equipo sin alma que sólo espera que llegue, porque llegará, un tropiezo más y así ver como el presidente, con pulgar hacia abajo, realiza un cambio en el banquillo que ansían los jugadores.
El Santiago Bernabúe está harto y no le faltan razones. El Barcelona pilla al Real Madrid ahora y le vuelve a meter cuatro o incluso más. El sistema sigue siendo el mismo. 4-0-5, 5-0-5 y a veces, pero sólo a veces, hay centro del campo y dominan al rival. Es complicado que Benítez ordene y prepare esta táctica en Valdebebas. Los delanteros no presionan y por supuesto, no se repliegan, los centrocampistas no tapan el hueco y así, ya sea Rayo, Real Sociedad o Barcelona, el rival toca y toca hasta llegar al área rival y con ventaja numérica sobre los defensas. Es la desidia de la que la gente está cansada. Entre otras cosas.
Kroos y James son dos ejemplos claros de ello. Por citar algunos. El alemán llega tarde siempre y cuando tiene que bajar a defender, llega al área propia cuando la Real Sociedad había finalizado jugada o perdido la pelota. La actitud de James se resume perfectamente en el cambio. Con 1 a 1 en el marcador y a falta de media hora para el final, se marchó enfadado y dándose un paseo hasta el banquillo. Que aprenda él y muchos de Lúcas Vázquez. Un jugador que debería tener más minutos, que rinde cuando sale y que no pone una mala cara cuando no lo hace.
Los primeros minutos del partido fueron del Real Madrid. Al menos en ocasiones. Rulli se lució en los primeros minutos con tres buenas paradas. Un cabezazo sobre Pepe, una volea de Benzema y un mano a mano ante Ronaldo. A los ocho minutos se produjo la primera jugada polémica. Posible penalti de Pepe sobre Jonathas tras pisarle dentro del área. González González no fue tan exigente en el otro área cuando se inventó un penalti sobre Benzema. Lamentable la decisión del árbitro y el lanzamiento de Ronaldo que lo manó a las nubes cuando él siempre o casi siempre los tira abajo y a un lado. Así lo lanzó en el segundo penalti a favor del Real Madrid. En un gol que no debió subir al marcador porque Yuri la tocó con la mano pero venía de un rebote. Era involuntario. Eusebio tenía más motivos para protestar que Paco Jémez.
La Real Sociedad ya había tenido además dos lesiones. Aguirretxe y Canales -puede haberse roto la rodilla- se marcharon pero los cambios le sentaron bien. Bruma, que fue suplente, fue una tortura para el Real Madrid. Un jugador como él, explosivo, con velocidad, se siente como un pez de pecera al dejarle en el mar. Con los espacios que concedía la defensa del Real Madrid, se puso las botas. Marcó un golazo en el 1 a 1 con un disparo por la misma escuadra y no hizo el 1 a 2 porque su control se fue muy largo cuando se plantaba sólo ante Keylor Navas. El Real Madrid era ya una ruleta rusa. No sabias sí el disparo se lo pegaría el de enfrente o si se suicidaría.
Muchos aficionados, tristemente, esperaban que pasara lo segundo. Que el Madrid perdiera y que se acabara esta tortura que supuestamente dirige Benítez pero que en realidad, comandan los jugadores. Y desde ya casi un año. Los auténticos dueños del club. Sólo ellos decidiran si quieren ganar la Liga y la Champions. Cristiano Ronaldo marcó el segundo tras un córner botado por Marcelo pero su partido, pese a los dos goles, fue insuficiente para lo que es él. El único que está demostrando que es ajeno a todo lo que está pasando y que quiere cambiar la dinámica es Gareth Bale. El gales bajaba a defender las continuas y mal elegidas subidas de Marcelo y generaba peligro arriba. Fue el autor de la asistencia del tercer gol, el que anotaba Lúcas Vazquez y cerraba el partido.
Para la intranquilidad de los aficionados del Real Madrid, Rafa Benítez vio otro partido completamente diferente. Afirmó que controlaron el partido "salvo en diez minutos".
Ficha técnica
Real Madrid, 3: Keylor Navas; Danilo, Pepe, Varane, Marcelo; Kroos, Modric (Casemiro, m.87), James (Kovacic, m.59); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Lucas Vázquez, m.76)
Real Sociedad, 1: Rulli; Carlos Martínez, Elustondo, Íñigo Martínez, Yuri; Illarramendi, Markel Bergara, Xabi Prieto, Canales (Rubén Pardo, m.45); Jonathas (Vela, m.69) y Agirretxe (Bruma, m.18)
Goles: 1-0, m.42: Cristiano Ronaldo, de penalti; 1-1, m.48: Bruma; 2-1, m.67: Cristiano Ronaldo; 3-1, m.86: Lucas Vázquez
Árbitro: González González, del comité castellano-leonés. Mostró tarjeta amarilla a Yuri, Carlos Martínez e Illarramendi, de la Real Sociedad; y a Pepe y Nacho, del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 70.000 espectadores