El Barcelona, mostrando una de sus mejores caras de la temporada, y conducido por un brillante Neymar, dominó de cabo a rabo el partido. Fútbol control en los primeros metros, acelerando en la recta final y con instinto asesino en la pareja Luis Suárez y Neymar.
La historia de la primera mitad se resume muy fácil. El tempo del partido siempre fue para los de Luis Enrique, pero con Neymar y Suárez desaparecidos, el peligro brillaba por su ausencia. Muchas llegadas intrascendentes, posesión estéril...el Getafe no sufre e incluso se permite la licencia de aprovecharse de la verbena defensiva culé para tener en los pies de Scepovic el 1-0.
Poco a poco Luis Suárez y Neymar se fueron entonando y cuando combinaron los dos, y con la ayuda de un Sergi Roberto que sigue muy fino -la asistencia de gol con la espuela es uno de los momentos de la temporada sin duda- consiguieron romper el muro azulón y poner el partido franco para sus intereses.
Al Getafe le faltó intensidad en la presión, aunque bien es cierto, que cuando mejor estaban los de Escribá, llegó el tanto azulgrana gracias a una genialidad de Sergi Roberto -el canterano dio la asistencia del año con el citado espuelazo de muchos quilates-.
La segunda parte, y con espacios, fue un coser y cantar para el conjunto catalán. Neymar marcó a pase, de nuevo, de Sergi Roberto, y el Barça activó el Modo Ahorro de energía. Anestesió el partido y bajo las revoluciones. Aún así, y con Neymar desatado, los de Lucho pudieron aumentar su ventaja.
Sin pasar apuros en defensa, algunas de las mejores piezas azulgranas comienzan a bordear su mejor nivel. Busquets, Luis Suárez, Neymar, la columna vertebral pasa por un pico de forma extraordinario.
Neymar se encuentra cómodo ejerciendo de líder, como en toda su carrera -tanto en el Santos como con la selección siempre fue así-. Veremos como reacciona el brasileño cuando la vuelta de Messi le relegue a su rol de segundo espada. Hasta ahora, paciente y silencioso, el actual pichichi de la Liga con 9 dianas no ha levantado la voz, pero sigue sin renovar. Sea como sea, el Barcelona, en una temporada llena de improvistos, mantiene la estela del Real Madrid.