Este Real Madrid tiene más puntos que corazones conquistados. Su fútbol no enamora pero es más práctico que un paraguas en un día de lluvia. El equipo de Rafa Benítez sigue invicto en la décima jornada, es líder, el equipo más goleador y el menos goleado pero todavía no ha realizado ningún partido que encandile a la afición.
Quizá ese encuentro que todos esperan no llegue nunca y esto sea el Real Madrid que les espera. Un equipo con muchas cualidades y pocos defectos. Sería como realizar la típica lista de los pros y los contras. El Madrid de Benítez tiene más cosas positivas que el del Ancelotti. Presión, orden defensivo, equilibrio, disciplina, más rotaciones, decisiones acertadas como la elección del portero o recuperación de algún jugador como Jesé, por citar algunas. Son muchas, pero esa lista con más pros que la de Ancelotti, no hace que sonrías, que te diviertas, que suspires de alegría. En ese amor por el fútbol divertido, gana Ancelotti –de momento-.
Son sólo diez jornadas y no se recuerda a ningún entrenador del Real Madrid que a estas alturas, se hubiera metido en el bolsillo a la afición. Y si no puedes enamorar al Bernabéu a finales de octubre, mejor tener buenos resultados y no dar un susto por Halloween como hizo el año pasado el técnico italiano. Y mientras el aficionado del Madrid sigue desojando la margarita con Benítez, se siguen llevando a la boca encuentros sencillos, cómodos y sin ningún peligro para los intereses blancos. Al menos en el Bernabéu.
Las Palmas quiso ser un lobo en la piel de un cordero y no fue más que un ternerito que a los dos minutos ya iba perdiendo tras el gol de Isco que explica porque este Real Madrid no es tan defensivo como quieren pintarlo. Dicen que juega al contraataque, que espera el error del rival para correr con espacios pero el tanto del malagueño llegó tras la presión alta de todos los jugadores. Conceptos que sólo se consiguen con mucho entrenamiento. Kroos robó y Casemiro asistió a un Isco que definió bien con la zurda.
El equipo canario se repuso bien del golpe inicial. Dominó durante bastantes minutos la pelota. Estaban relativamente cómodos circulando de una banda a otra, pero haciendo una comparación, son como el Rayo Vallecano. Cuando se estiran algo en ataque, su defensa es de cristal. A los 14 minutos tuvieron su primera ocasión en las botas de Jonathan Viera. Cogió la espalda de Danilo, se zafó de Casemiro pero despejaron entre Casilla y Varane. En ese rechace del francés anotó el Real Madrid el segundo tanto. Javi Varas detuvo el disparo de Modric pero en el rechace y tras un centro milimétrico de Marcelo, Ronaldo hacía el 2 a 0. Es el tercer partido consecutivo en el que marca Cristiano que ya ha metido al menos un gol a todos los equipos de primera división.
Jesé sigue reivindicándose
Con un resultado ya bastante importante, el mejor del resto del partido fue un canario. Un canario pero que juega en el Real Madrid. Jesé Rodríguez fue el jugador más destacado y con bastante diferencia. Jugó por la izquierda, por donde siempre tendría que hacerlo. Ahí es un tornado y si le das regularidad, más aún. Casi imposible de pararlo. Tiene confianza, encara, regatea, incluso defiende y no le asusta que Ronaldo le mire si no le pasa la pelota. Es lo que pasó en el 26 cuando Javi Varas detuvo con un gran píe el 3 a 0. Cristiano le miraba pero Jesé sólo escuchaba los aplausos del Bernabéu. Así es imposible que no cuente para Benítez. El entrenador era el culpable de que el extremo no jugara ni rindiera. Supongo que también será el culpable de su mejoría.
Estuvo en casi todas las jugadas de ataque. Aparecía por la izquierda pero se dejaba caer por la derecha donde regaló el gol a Isco. Varas volvió a parar el tercero. Cuando Las Palmas estaba peor, llegó el 2 a 1. En un córner. Es el primer tanto que encaja el Madrid a balón parado. Un error global porque Hernán remató de cabeza completamente sólo en el punto de penalti. Inapelable para Kiko Casilla que luego se desquitaría el tanto encajado con una gran parada sobre Jonathan Viera en un libre directo en la segunda parte.
Segunda mitad aburrida
La segunda parte comenzó con un cambio: el de Modric por Lucas Vázquez. Por precaución según el Real Madrid que informó que el croata descansaba pensando en el duelo ante el PSG. Lo cierto es que ese famoso "virus" de las segundas partes del Madrid, volvió ante Las Palmas. Demasiado replegados atrás, se expusieron al control de un ineficiente equipo canario que inexplicablemente no contó con Araujo hasta los últimos minutos del partido.
Ronaldo pudo marcar algún gol más, Lucas tuvo uno cantado que salvó Javi Varas desde el suelo pero en la segunda parte fue cuando más se vio enfadado a Benítez. Disgustado con los balones que perdía Kroos, con la excesiva circulación de Isco y con que hubiera un correcalles que no les interesaba. De nuevo brilló Casemiro que parece indispensable para Benítez ahora y dentro de unos días cuando comience una semana de miura con la llegada de PSG y Sevilla. Quizá uno de estos dos partidos, de mucho nivel, terminen de enamorar al público.