Mucha gente destaca la capacidad de los servicios médicos del FC Barcelona para acelerar y adelantar el plazo de recuperación de sus jugadores lesionados.
Puyol, Xavi, Iniesta, Mascherano, Dani Alves, Claudio Bravo, Messi... son ejemplos de jugadores del Barcelona que se recuperaron antes de lo que marcaba la fecha dada por los galenos azulgranas para su reaparición.
Dos de las explicaciones a estas milagrosas recuperaciones son, por un lado, el mero hecho de que los servicios médicos azulgranas se curan en salud marcando plazos de recuperación más amplios de lo normal para, primero, no pillarse los dedos si algún jugador no se recupera en un tiempo estimado como habitual de una determinada lesión, y segundo, para colgarse medallas cuando los jugadores vuelvan antes del plazo dado en un inicio.
Además de esta triquiñuela comunicativa, los galenos del conjunto catalán utilizan un tratamiento médico que regenera más rápidamente las zonas dañadas. El plasma enriquecido es la clave.
El método se basa en extraer sangre del jugador, centrifugarla, localizar los factores de crecimiento de las plaquetas y volver a inyectarlos en la zona de la lesión.
Esto provoca que, según el doctor Lorenzo Pousa, médico de Baiona, "se pongan a trabajar muchas más células y la velocidad de la curación sea mucho mayor y la calidad de la cicatriz sea mejor".
En sus inicios, el uso de este tratamiento generó dudas sobre si podía considerarse dopaje. Sin embargo, la Agencia Mundial Antidopaje determinó de forma unánime que no existe dopaje en esta práctica.
¿Volveremos a ver una recuperación milagrosa de Leo Messi? Tiene toda la pinta.