El doloroso empate del Real Madrid ante el Valencia que deja al Barcelona a una victoria del título de Liga volvió a tener como protagonista negativo a Iker Casillas.
El portero madrileño volvió a recibir las críticas y silbidos del público después de no poder evitar los dos tantos de los levantinos. Con el 0-2 en el marcador, el público dirigió su mirada hacia el capitán madridista, que pasa por su momento más bajo en el equipo. Sus dudas e indecisiones en la meta blanca sembraron los murmullos en la grada que acabó dedicándole una sonora pitada.
Casillas se volvió hacia la grada, según imágenes de Cuatro, hizo un gesto y lanzó un grito, lo que terminó de alterar a los espectadores del Bernabéu. Además, según informaron varios medios al terminar el partido todos los jugadores del Madrid se quedaron en centro del campo para responder a la ovación del público... excepto el propio Casillas, que tampoco dio la mano a los rivales.