Apenas seis días después de que el Consejo de Ministros aprobase el decreto que ponía fin a dos años de disputas y tensiones entre todos los estamentos del fútbol y se abriese un nuevo escenario de futuro con la venta centralizada de los derechos de televisión de los clubes españoles, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) podría abrir de nuevo las hostilidades.
El sindicato de futbolistas está molesto con el reparto efectuado en el decreto en el que sienten que han sido desplazados y no se ha tenido en cuenta su posición. Por un lado, entienden que no se han impuesto mecanismos para garantizar el salario de los jugadores y, además, están disconformes con el reparto que se ha hecho entre lo que percibirán los equipos de Primera y Segunda División.
El documento establece que del montante total que ingresará la Liga por parte de las televisiones, el 90% irá destinado a los equipos de la Liga BBVA y el 10% restante será para los de la Liga Adelante, algo que consideran insuficiente. El presidente de la AFE, Luis Manuel Rubiales, trasladará el malestar del sindicato en la Junta de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y reivindicará que la AFE no aparece siquiera en el documento del decreto y no se ha destinado ninguna partida para los futbolistas.
La AFE se plantea convocar una huelga en la penúltima jornada de Liga con la que mostraría su disconformidad con la situación. Además, según el programa, el malestar también se debe al conflicto de los futbolistas con Hacienda, que ya ha comenzado a reclamar el 15% de lo que perciben por las sociedades con las que gestionan sus derechos de imagen. No obstante, este punto ha sido desmentido por la propia AFE en un comunicado en el que ha recalcado que en su reunión sólo se ha tratado el tema del decreto que establece la venta centralizada de los derechos de los clubes y el reparto efectuado.
La RFEF se une
Y a la AFE se une también la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que se ha reunido en Junta directiva ordinaria en la tarde del miércoles. Tras escuchar la propuesta de estos primeros, el organismo que preside Villar les apoya y está dispuesto también a acudir a la huelga.
Pararían el fútbol nacional a partir del día 16 de mayo, en connivencia con jugadores (AFE), árbitros y entrenadores. Según ha podido saber Libertad Digital, es una medida de presión hacia el Gobierno. Quieren que Gobierno y el Consejo Superior de Deportes (CSD) modifiquen el decreto antes de que se haga definitivo en diez días.