Cuando un equipo que se juega un título tiene hambre -sumado a la clase y el gol-, es prácticamente imparable. Y así ha sido el Barcelona en su casa ante el Getafe. Ante un muñeco roto al que ha dominado y movido como ha querido. Todos esos ingredientes salen a la luz cuando un equipo presiona como lo hace el conjunto de Luis Enrique.
Pero si a esos elementos se le añaden tres delanteros repletos de gol como son Neymar, Luis Suárez y Messi, el rival sólo puede aplaudir ante ellos. Porque cada tanto ha sido de una belleza superior al anterior, como si se estuvieran picando por ver quien lo hace mejor estéticamente. Y Xavi también quiso jugar a algo en lo que no se suele prodigar.
Cuatro goles en media hora
Un monólogo del Barcelona que sólo en los últimos minutos se dejó llevar. Hasta entonces, todo de un mismo color. Porque las ocasiones comenzaron pronto con un Dani Alves más activo de lo normal. Pero fue en el minuto siete cuando llegó el penalti sobre Luis Suárez. Lo del uruguayo empieza a no tener nombre. Se une a la fiesta con goles. Pero su aportación va más allá de lo estadístico, como provocando la pena máxima a pase de Bartra. Messi, el encargado y elegido para los once metros, anotó el primero de panenka, una especialidad rara vez vista en el argentino.
Asustó el Getafe poco después con un error de Claudio Bravo. El portero salió antes de tiempo y cuando quiso recular vio como Freddy Hinestroza le había hecho una vaselina que se colaba dentro. Pero reaccionó rápido y sacó una mano para evitar el empate y los posibles nervios pensando en lo sucedido un año antes cuando se dejó en este mismo partido media liga.
Esta vez no iba a ser así y en el 24 empezaron los recitales de golazos. Uno tras otro. Primero Luis Suárez, que engancha de volea, casi de espaldas a la portería de un Guatia que poco más pudo hacer en cualquier de los goles, un centro de Messi. En la primera lo fabricó el uruguayo; en éste se lo sirve el argentino. Se entienden a las maravillas en este juego de niños que es cada partido para ellos.
Por eso no puede faltar Neymar cuando el equipo se divierte. Y el brasileño dijo que él también estaba allí. Luis Suárez se la cedió al brasileño que, antes de tirar, recortó, pisó y luego le pegó con el interior. Otra vez Guaita poco pudo hacer. Era el tercero y no llevábamos ni media hora de encuentro.
Incluso antes de esos treinta minutos, Xavi se sumó. El capitán, en su partido 501, puso el cuero en la escuadra. Fue el primero de los tres que tendría que sacar el portero azulón de la esquina. Maldita esquina diría él, precioso lugar para el aficionado azulgrana. Xavi, ovacionado por su público, le pegó con la derecha, de rosca. Ya estaban 4-0 y la noche invita a goleada para la historia. O al menos, a intentar superar la del Madrid al Granada.
Doblete de Suárez y Messi
Y el quinto, porque no hay quinto malo, y el de Suárez no lo fue, llegó diez minutos después. En la enésima versión distinta de Messi (del asistente al goleador, pasando por driblador u organizador), hizo su típica diagonal. En la frontal del área esperaba Xavi, que parecía un pivote del Barcelona de Xavi Pascual (el del balonmano) y de tacón, de primeras, prolonga para Luis Suárez, a la izquierda. El uruguayo, también de primeras, la engancha con el interior y la pone en esa misma escuadra de Xavi. Guaita ya no sabe qué hacer. Luis Enrique sonríe en el banquillo.
Parecía que en la segunda parte seguirían llegando los goles. Los tres de arriba jugaron todos los minutos. Ya habrá tiempo de descansar el sábado pensando en el Bayern de Múnich. Pero sí que dejó algunas piezas en el banco. Mascherano no jugó un minuto. Tampoco Rakitic ni Iniesta. Jordi Alba estaba sancionado. Y Piqué no fue convocado. Así que Busquets, otro con gran carga, se fue al banquillo en el descanso, dejando su sitio a Sergi Roberto. Poco después sería Xavi el que seguiría el mismo camino, con Pedro en su lugar y Messi haciendo de todo, jugando por todas partes; y el último en rotar fue Alves, entrando Montoya y dejando una línea defensiva totalmente nueva junto a Bartra, Mathieu y Adriano.
Pero antes de los últimos dos cambios, Messi subió el sexto. Un balón que le cae dentro del área y que el argentino aguanta con paciencia. Amaga, piensa...y cuando decide, ya ha puesto el balón en la otra escuadra. Estirada imposible de Guaita. El mejor gol de la noche en el luminoso. Segundo de Messi, victoria cerrada. Y a uno de Cristiano Ronaldo en la lucha por el pichichi.
El último tramo de partido sirvió de poco. Sólo para que los tres de arriba se gustasen. Y para que atrás, producto de la relajación, llegarán las ocasiones visitantes. La más clara la tuvo Freddy Hiniestroza, con un remate blandito al palo. El colombiano y el canterano Emi fueron de lo mejorcito de un conjunto visitante que llega con lo justo a la parte final. El Getafe se jugará la vida y Pablo Franco, consciente de ello, no les pidió más. El Barcelona se juega la liga. Pero también la Champions. Y este tramo, con hambre, se les hará más llevadero.
Ficha técnica
FC Barcelona, 6: Bravo; Dani Alves (Montoya, m.68), Bartra, Mathieu, Adriano; Busquets (Sergi Roberto, m.46), Xavi (Pedro Rodríguez, m.61), Rafinha; Messi, Luis Suárez y Neymar
Getafe CF, 0: Guaita; Arroyo, Alexis, Velázquez, Roberto Lago; Lacen, Juan Rodríguez (Álex Felip, m.65), Emi, Freddy, Pedro León (Escudero, m.75); y Babá (Ivi, m.48)
Goles: 1-0, m.10: Messi, de penalti; 2-0, m.25: Luis Suárez; 3-0, m.28: Neymar; 4-0, m.30: Xavi; 5-0, m.40: Luis Suárez; 6-0, m.47: Messi
Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Sin amonestados
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el Camp Nou ante 65.356 aficionados, según datos facilitados por el FC Barcelona. Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos en el terremoto de Nepal