Mientras el juzgado de Instrucción 8 de Valencia comienza a tomar declaración a cada uno de los 42 imputados por el supuesto amaño del encuentro liguero entre el Levante y el Real Zaragoza en 2011 en el que el conjunto aragonés consiguió un triunfo definitivo para evitar el descenso a Segunda División, las informaciones en torno a los supuestos pagos ilegales no dejan de crecer.
Según informa el diario Las Provincias, tras la investigación de los extractos bancarios de los implicados en el supuesto arreglo del partido, se ha descubierto que uno de los jugadores del Levante canceló una hipoteca, días después del choque.
Además, varios futbolistas abrieron depósitos a plazo fijo en diversas entidades bancarias y, en algunos casos, adquirieron coches de alta gama.