
Después de la tormenta que han generado sus últimas actuaciones en la portería del Real Madrid, con el recuerdo aciago de su bajo rendimiento en el encuentro de Liga de Campeones ante el Schalke 04, Iker Casillas volverá a la portería en el clásico ante el FC Barcelona en el Camp Nou este domingo. El capitán regresará después de haberse quedado en el banquillo en el encuentro ante el Levante, protegido por Carlo Ancelotti pero igualmente señalado por la grada.
La confianza de los aficionados blancos se ha ido agotando poco a poco con el guardameta. Su complicidad en tres de los cuatro goles del conjunto alemán y las dudas que deja en la portería blanca han acrecentado las críticas. La irregularidad en la últimas temporadas ha ido disparando las voces que reclaman un relevo para Casillas, cuyas actuaciones en algunos partidos decisivos como en el derbi ante el Atlético en el Calderón no han pasado desapercibidas para los aficionados blancos.
La paciencia de muchos de ellos terminó de agotarse en el duelo ante el Schalke. La debilidad del portero frente al ataque alemán hizo temer por la posible eliminación del equipo y Casillas, que tras el partido admitió su mala noche, ejemplificó a la perfección la crisis de juego que atraviesa el equipo.
Sin embargo, el debate en la portería quedó zanjado desde el principio de la temporada por Carlo Ancelotti. El italiano, que la temporada pasada dio la titularidad en liga a Diego López, apostó por el de Móstoles para jugar todas las competiciones y se ha mantenido firme con su decisión, a pesar del buen rendimiento de Keylor Navas en los partidos que ha disputado.
El entrenador fue uno de los hombres que más pitos recibió el pasado fin de semana cuando sonaron las alineaciones por la megafonía del Santiago Bernabéu, aunque los más sonoros fueron para el propio Casillas. Ancelotti decidió proteger al capitán de los abucheos y lo dejó en el banquillo, pero confirmó que será el arquero titular en el Camp Nou. Contra el Barça, Casillas contará con una nueva oportunidad para demostrar que puede seguir ocupando la meta blanca. Una mala actuación ante el Barcelona, en uno de los partidos más decisivos de la temporada, podría condenarle definitivamente y convertir en un clamor las reclamaciones de titularidad de Keylor Navas, un portero que se está ganando los minutos en cada entrenamiento.