Mario Mandzukic llegó al Atlético de Madrid con un único pensamiento en la cabeza: ser titular y ser el hombre gol del campeón español. Era su única obsesión y su mentalidad estaba centrada en no verse en la misma situación que vivió en el Bayern de Múnich con Pep Guardiola. No quería ser un arma más, quería ser el '9' en los momentos importantes. Un jugador al que sólo se debería quitar en caso de lesión o sanción.
Con Guardiola tuvo sus más y sus menos en Alemania. El extécnico del Barcelona entendía que Mario era una opción más dentro de su equipo, ni mucho menos la única. Si había que quitarle en beneficio del grupo se le quitaba y si no debía jugar, también. En partidos de batalla o brega, Mandzukic era fundamental, pero en otro tipo de encuentros, no. Mario empezó a no sentirse cómodo e importante.
Cuando el croata aterrizó en Madrid lo hizo con la seguridad de que se había acabado lo vivido en el Allianz Arena, pero no contaba con Simeone, que nunca pone a un jugador por delante del equipo. El Cholo no puso a Griezmann de titular en el inicio del curso pese a que todo el mundo lo pedía e incluso exigía. Es un ejemplo de la mentalidad del argentino.
Mandzukic es un jugador vital dentro de la plantilla. Acumula 20 goles en 35 partidos, cifras que cualquiera hubiese firmado a principio de temporada. En ese aspecto no hay ningún problema, pero para Simeone su juego sólo es un elemento más del equipo. El Cholo pidió a Fernando Torres por una razón y no precisamente para tenerle en el banquillo. Dependiendo del rival jugará uno u otro, sin compromisos. Torres lo ha entendido, Mandzukic está en ello.
Su actitud en Sevilla fue el resultado de un cúmulo de sensaciones previas. Desde la llegada de Fernando Torres, Mandzukic se ha visto relegado a un segundo plano en choques importantes ante Barcelona, en dos ocasiones, Real Madrid en Copa, Sevilla y Valencia. Mario se veía titular siempre en partidos tan vitales, Simeone, no, porque dependiendo del juego del equipo, el estilo de juego de Mandzukic es bueno o malo.
En Libertad Digital ya adelantamos que la plantilla está tranquila y confía en el compromiso de su compañero. También la afición. En la hinchada rojiblanca, sobre todo en el fondo sur, se vio el otro día una situación curiosa. Mandzukic salió a calentar y toda la afición coreó su nombre para posteriormente hacer lo mismo con el Cholo. La consigna, según ha podido saber LD, es no alimentar el caso Mandzukic-Simeone aunque lo haya. Ese es el mensaje del fondo sur que entiende que desde fuera la intención es desestabilizar al equipo.
Mandzukic no estará ante el Espanyol en Liga por sanción y habrá que esperar al vital partido de Champions ante el Bayer Leverkusen para ver las intenciones de Simeone. Como reza el libro Herr Pep, acerca del primer año de Guardiola en Alemania, con Mandzukic "hay que estar siempre alerta. En dos meses ha pasado de una actitud receptiva a una negativa y después se ha vuelto a mostrar dispuesto a todo. Si Mandzukic es capaz de asumir que le tocará ser suplente en algunos partidos tendrá un peso importante". Lo mismo quiere Simeone.