Siempre es complicado jugar en un campo como Ipurúa. Suelen ser auténticas trampas para los equipos grandes, que no pueden desplegar su fútbol en terrenos de juego de inferiores dimensiones a las habituales y que se ven superados por el empuje rival. No fue ni mucho menos el caso del Atlético de Madrid, que pareció ejercer de local en Eibar. Fue el que mejor se adaptó al lodazal que había por césped, y su intensidad, la buena y la que más suele utilizar el equipo de Simeone, le sirvió para finiquitar el encuentro en la primera mitad.
En 25 minutos, el campeón de Liga sometió al Eibar a base de goles. Griezmann, el nuevo mago del Cholo incluso con barro, puso el primero a los seis minutos tras jugada de Raúl García. Mandzukic recogió el testigo de su pareja atacante y, entre los minutos 23 y 25, anotó el 0-2 y el 0-3. Griezmann asistió en el primero y el croata no falló. En el tercero, la defensa local le regaló el balón al 9 y Mandzukic, como buen killer, tampoco desaprovechó la ocasión de ampliar su cuenta goleadora.
En la banda, Simeone debió frotarse las manos viendo lo que su ataque le ofrece. Torres, sin minutos esta vez, Griezmann y Mandzukic no han parado de hacer goles desde que se han juntado y eso es oro puro para su técnico.
Todo visto para sentencia
Con el choque resuelto, pero con mucho tiempo por delante, jugadores y cuerpo técnico del Atlético pidieron cabeza. Ya habían hecho lo más difícil y el estado del terreno de juego sumado a la lluvia iba a impedir que el Eibar estuviera cómodo para poder buscar el milagro. No había razones para correr riesgos y sólo un disparo de Piovaccari, que repelió un seguro Moyá, rompió la tranquilidad atlética antes del descanso.
Garitano realizó los tres cambios de su equipo en el descanso y sólo uno de ellos fue por necesidad. El técnico vasco puso tres hombres atrás para intentar meterse en el partido con un gol tempranero. Simeone, que había optado en el inicio por dar más cuerpo al centro del campo con hombres como Tiago, Saúl y Koke, respondió retirando del césped a Raúl García para meter a Mario y regresar a su esquema habitual de 4-4-2. Nunca pasó apuros el Atlético de Madrid, pero asegurar la renta se convirtió en el objetivo principal.
Ya en el final de la primera parte, la lluvia cesó, el rectángulo de juego mejoró y se pudo ver más combinaciones en el segundo acto. Aún así, los rojiblancos mantuvieron al Eibar sometido a su voluntad mientras buscaba el cuarto. No tuvo demasiadas opciones el conjunto madrileño y la salida de Griezmann le restó potencial. Raúl Jiménez y Cani fueron los dos últimos cambios del Cholo y ninguno de ellos tuvo oportunidad de brillar en exceso.
Poco más ocurrió en un partido finiquitado desde el minuto 25, pero la afición local tuvo recompensa a su fidelidad al equipo en un día horrible con el gol de Piovaccari en la recta final. El tanto del italiano y los continuos piques entre Lillo y Mandzukic -más artístico de lo habitual el croata- fueron los únicos acontecimientos de importancia en el desenlace del choque.
El Atlético de Madrid bajó al barro para golear al Eibar, sigue en la parte alta de la tabla y despeja cualquier duda que hubiese podido generar tras la eliminación copera. Lo atestiguan sus goleadores: Mandzukic y Griezmann.
Ficha técnica
Eibar, 1: Xabi Iruretagoiena; Lillo, Raúl Navas, Añibarro, Abraham; Errasti (Javi Lara, m. 46), Borja Fernández; Manu del Moral (Capa, m. 46), Arruabarrena (Lekic, m. 46), Saúl Berjón; y Piovaccari
Atlético de Madrid, 3: Moyá; Jesús Gámez, Giménez, Godin, Siqueira; Saúl, Tiago; Raúl García (Mario Suárez, m. 54), Koke (Cani, m. 78), Griezmann (Raúl Jiménez, m. 54); y Mandzukic
Goles: 0-1, m.6: Griezmann; 0-2, m.22: Mandzukic; 0-3, m.24: Mandzukic; 1-3, m.89: Piovaccari
Árbitro: Pérez Montero (Comité andaluz). Amonestó a los locales Piovaccari, Abraham y Lillo; y a los visitantes Griezmann, Koke y Saúl
Incidencias: Unos 5.000 espectadores -entre ellos varios centenares de aficionados rojiblancos- acudieron al campo de Ipurúa a presenciar un partido de la jornada 21 de la Liga BBVA, disputado en una tarde invernal, con 5 grados de temperatura y bajo una intensa lluvia. El local Manu del Moral se fue conmocionado del terreno de juego antes del descanso. El Atlético de Madrid jugó de gris