Ayer se debía aprobar el fichaje del futbolista Marco Asensio al Real Madrid por 3,7 millones de euros. Todas las partes estaban de acuerdo. Sin embargo, no fue así. No por nada especial, ni por ninguna discrepancia, ni por ninguna petición. Simplemente, "porque no hubo tiempo".
Los consejos del Mallorca hace tiempo que pasaron de ser eso, consejos, para convertirse en espectáculos circenses. Por decirlo de manera benévola. Escapadas en plena sesión, medidas irrisorias, planteamientos aún más patéticos… Por eso, aquí en Mallorca, no ha sorprendido a nadie lo que pasó ayer en Son Moix. A ustedes, seguramente sí.
La secuencia es la siguiente: en cuanto comienza el consejo, se empiezan a tratar diversos asuntos, y cuando se pone sobre la mesa el nombre de Marco Asensio, el presidente Biel Cerdà dice que tiene prisa y se debe marchar en cuestión de minutos. Le dicen que no, que eso no puede ser, que no es una cuestión baladí, pero Cerdà responde que en una hora tiene un avión que tomar.
Entonces, Utz Claassen, uno de los consejeros, y el representante legal de Lorenzo Serra Ferrer, Valdivia, deciden que no es un asunto para tratar con prisas, y que por lo tanto será un tema para el próximo Consejo de Administración. Sin fecha.
Tal es la situación, que ni siquiera dejan entrar a Miguel Ángel Nadal, director deportivo, a la reunión. Era quien tenía que explicar los detalles de la operación, pero después de cuatro horas esperando, no le dejaron. El exfutbolista, a pesar del marrón que le tocó vivir, fue el único que habló, pidiendo perdón "a Marco. Hemos quedado mal con él, y le pedimos disculpas" y, visiblemente enfadado afirmó que "porque es el Mallorca, porque esto es para marcharse todos de aquí" y mandó un mensaje tranquilizador: "La operación se cerrará, porque el Madrid quiere a Marco y Marco quiere ir al Madrid", pero con este esperpéntico consejo del Mallorca, no sabemos cuándo ni cómo será.