Courtois, Juanfran, Miranda, Godín y Filipe. Esa era la defensa del Atlético de Madrid la temporada pasada, la menos goleada de la Liga y la segunda mejor de Europa teniendo en cuenta los resultados. La afición del Manzanares se sabía de memoria los cinco titulares, pero este curso ha cambiado las variantes del Cholo.
Moyá es el primer cambio importante aunque no se está notando la ausencia de Courtois. El portero está respondiendo a la perfección y la afición confía plenamente en él. En defensa, tres de los cuatro puestos siguen siendo fijos: Juanfran por la derecha y la pareja Miranda-Godín en el centro. El lateral izquierdo es el menos claro. Ansaldi y Siqueira se disputan un puesto en el once y Simeone no se ha decidido todavía por uno. La sanción de Siqueira le vendrá bien a Ansaldi para ganar ventaja.
En el eje central formado por Miranda y Godín no hay debate, pero por primera vez desde que llegó al Calderón, José María Giménez va a tener la oportunidad de gozar de más minutos tras la lesión de Miranda. La salida de Alderweireld ha convertido al uruguayo en el tercer central y si consigue un buen rendimiento ganaría más opciones a la hora de entrar en las rotaciones.
Oblak y Jesús Gámez son los únicos que parecen tener un futuro más oscuro que el resto, al menos por ahora. Ambos han jugado un único partido oficial en todo el año, el portero en Champions y el lateral en Liga, y sólo Gámez ha tenido una buena actuación.
Con los cambios en el mercado de fichajes, con la falta de regularidad en el lateral izquierdo y con la inclusión de Giménez, la afición ya no tiene tan clara la defensa de su equipo cada fin de semana, lo que no quiere decir que sea un problema para Simeone. El Cholo exige competencia interna y este año tiene más que el anterior.