Después de dudar hasta el final, Xavi Hernández optó por quedarse en el FC Barcelona. Mucho se había hablado después del Mundial de Brasil de la opción de marcharse a Nueva York, de poner fin a su etapa en el fútbol de élite e iniciar una aventura en otro fútbol antes de concluir su carrera deportiva. Se quedó con las dudas propias de quien sabe que no cuenta con el papel protagonista que tenía y que la temporada apuntaba a complicada.
Luis Enrique nunca le abrió la puerta de salida pero desde el primer momento de su andadura como técnico azulgrana, dejó claro que Xavi iba a tener un papel secundario. En su idea del centro del campo no entraba el de Terrasa, que vio cómo su participación en este inicio de temporada fue absolutamente residual.
Sin embargo, la falta de minutos y exigencia ha servido para que Xavi haya recuperado algunas de las señas de identidad de su fútbol. Está más fresco físicamente y mentalmente y ha sabido adaptarse a lo que le reclama el entrenador asturiano.
Su gran partido como titular ante el Eibar permitió ver su mejor versión en los últimos meses y ha despertado las dudas entre quienes piensan que todavía le quedan cosas por hacer en el Barça. Con el clásico a la vuelta de la esquina, Luis Enrique se ha encontrado con el problema de que su rendimiento merece más minutos. Hasta hace unos días, se hablaba de que el capitán se lo había pensado mejor y ya buscaba una salida en el mercado de invierno. En el Bernabéu, se comprobará si se ha ganado la confianza del técnico.