Siete jornadas después de que levantase el telón, la Liga se ha vuelto a detener por los partidos internacionales. Un nuevo parón que interrumpe la competición y deja a los equipos sin jugar dos semanas. Las quejas crecen sobre un calendario que exprime a los jugadores con partidos cada tres días y pone freno a las competiciones domésticas en plena disputa. Los clubes han alzado la voz en numerosas ocasiones por la obligación de prestar a sus jugadores por imperativo de la FIFA, con el riesgo de que se lesionen, y son muchas las voces que solicitan un cambio.
Lucas Alcaraz, extécnico del Granada que lleva dos décadas en los banquillos españoles, destaca "la irregularidad" a la que se enfrentan los equipos a la hora de disputar la Liga. "Hay semanas en las que te juegas 12 puntos en diez días y otras en las que te quedas sin competir. A los entrenadores nos gusta la regularidad en las fechas, poder competir cada semana y a ser posible el mismo día. Pero en el fútbol actual parece imposible. Todo lo que sea regular en cuanto a días de competición y días de descanso, creo que sería muy beneficioso", ha afirmado a Libertad Digital.
Si finalmente el Mundial de 2022 se acaba disputando en Qatar, la FIFA ha dejado claro, en boca de su presidente Joseph Blatter, que la competición tendría que disputarse en invierno, lo que supondría un cambio radical de calendario. En este sentido, cabe analizar entonces cuáles serían las alternativas que se manejan.
Las selecciones, ¿al finalizar la Liga?
El doctor experto en medicina y preparación deportiva Víctor Lainez, quien fuera jefe de los servicios médicos de la Federación Española de Baloncesto, señala que "disminuir el ritmo de trabajo a estas alturas de la temporada genera cierta alteración cuando se ha programado una preparación física a largo plazo". Por todo ello, Lainez desliza la posibilidad de que el fútbol pudiese adoptar un calendario similar al del baloncesto.
"Es una forma de separar situaciones y conceptos a nivel psíquico. No es lo mismo cargar el chip de concentración con la selección con un partido con Luxemburgo y a los pocos días jugar un partido de Liga en el que te juegas el liderato. El cambio de mentalidad cuesta a veces. De esta manera, se concentra al jugador en su club durante una fase del año y cuando esa fase acaba, vas con las selección", manifiesta.
Michel Platini, presidente de la UEFA, ya ha comentado en más de una ocasión su plan para cambiar de manera radical la organización de las competiciones. El francés baraja la opción de que las ligas nacionales y torneos continentales por equipos se disputen a la vez y comiencen en el mes de marzo hasta noviembre. De esta manera, las competiciones entre países se jugarían en febrero. Las selecciones disputarían los partidos de clasificación tras finalizar la Liga y los futbolistas tendrían vacaciones durante el mes de diciembre. El principal riesgo de este calendario se viviría en los países del sur de Europa, entre ellos España. Los equipos tendrían que jugar en verano a altas temperaturas, por lo que los partidos solo podrían programarse a partir de las 22:00 horas.
Luis Gil, exfutbolista y gerente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) explica que actualmente "el calendario es muy apretado porque las fechas se acortan mucho" y destaca que el sindicato de futbolistas españoles "pone la condición de que los partidos que actualmente se disputan en agosto sólo se jueguen después de las siete de la tarde". "Hay unas comisiones de trabajo y es necesario ver hasta qué punto llegan en la gestión del calendario del fútbol. Pero es muy complicado por el hecho de que hay que poner a mucha gente de acuerdo. Va a haber mucho debate, no solo por cuestiones climatológicas de cada país sino también por un tema cultural".
El problema del Mundial de Qatar
Para Harold Mayne-Nicholls, anterior presidente de la Federación Chilena de Fútbol y exdirectivo de la FIFA, se trata de "un tema muy complejo" porque "es necesario compatibilizar 209 ligas y selecciones en el mismo período del calendario.
"Jugar todos los partidos de la selección al final de la temporada, obliga a preguntarnos, ¿de la temporada de qué país (es) o confederación (es)? Pues no es lo mismo el cierre de temporada en Brasil que en España ni en Australia. Entonces hay que ser muy cuidadosos y darse cuenta que este es el único deporte realmente universal. Aquí no hay un predominio de uno sobre otro ... aquí todos tienen alego que decir y de ahí el lema: un juego, una familia".
Mayne-Nicholls recuerda que es necesario "ir a la historia" para entender la situación actual del fútbol que "hasta la década de los 90 era un desorden absoluto. Hubo que calendarizar y hacer ajustes, pues está claro que las selecciones alimentan los planes de desarrollo de cada Federación y además son las que activan el principal evento del universo: la Copa del Mundo".
A su juicio es necesario "buscar la mejor manera de que existan diez o doce partidos anuales máximos para las selecciones" y ese debe ser el objetivo a la hora de diseñar los calendarios. "Etas jornadas dobles actuales ya han ayudado al sistema. Y si se establece que se puede detener el campeonato máximo tres veces en el segundo semestre y una vez en el primero, tendremos un gran avance. Los otros partidos se arman en época de postemporada".
Un acuerdo entre múltiples partes
El pasado año elaboró una propuesta que "no es la óptima, pero es la mejor solución para no alterar en exceso todas las competiciones" para afrontar "el problema urgente" es el surgido con la elección de Qatar para el Mundial 2022 porque "es necesario modificar el calendario para que se dispute en otra fecha que no sea verano".
FIFA y UEFA barajan la opción de suspender los campeonatos domésticos en enero para que se juegue el Mundial de Qatar de 2022. "A partir del año 2019, se deben adelantar los finales de las ligas y el inicio. Hay que empezar el 8 de agosto, parar el 19 de diciembre y hacer un receso para que se juegue la Copa del Mundo. Se jugaría el Mundial de Qatar del 6 de enero al 6 de febrero de 2022", sostiene.
Precisamente, la confusión sobre la burocracia para este cambio de fechas es otra de las trabas para cambiar el calendario. Marcos Galera, experto en derecho deportivo y socio fundador del Grupo Agaz Abogados, destaca que "la modificación del calendario es un tema bastante complejo porque necesita poner de acuerdo a muchas partes", aunque resalta que "si la FIFA decide finalmente hacerlo, las asociaciones deberán acatarlo". "Funciona de manera piramidal, la FIFA tiene que dar el primer paso y las asociaciones, sobre todo la UEFA, tienen que acatar lo que dicte. Después serán las federaciones las que tengan que asumirlo".
La cuenta atrás para el cambio del calendario del fútbol ha comenzado, aunque aún quedan muchos aspectos por definir, como la negativa del COI a que el Mundial de Qatar se dispute a la vez que los Juegos Olímpicos de Invierno. El juego de intereses y posturas no ha hecho más que comenzar pero la FIFA es consciente de la inviabilidad jugar en verano en Qatar, por lo que el calendario tendrá que ser modificado. Se abre una oportunidad de corregir lo que no funciona en un deporte con cada vez mayor exigencia para los futbolistas. Aunque, para ello, será necesaria una ardua labor para conciliar los intereses de todos los que forman parte del fútbol.