Ángel di María ha decidido aclarar los motivos de su marcha del Real Madrid al Manchester United y lo ha hecho atacando al conjunto blanco y a Florentino Pérez. El argentino no asimila su marcha del equipo y ha respondido a las declaraciones del presidente, en las que dijo que se le ofreció ser el jugador mejor pagado, por detrás de Cristiano Ronaldo.
"Vi sus declaraciones. Para ganar lo que Cristiano tendría que haber conseguido el Balón de Oro. Nunca dije que me quería ir del Madrid. Jamás lo quise. Durante el Mundial sólo pensé en el Mundial. No sé de donde sacaban los periódicos españoles las cosas que salían. Digan lo que digan los 75 millones por los que me vendieron venían muy bien para la economía del Madrid. Recuperaban lo que estaban gastando", afirmó Di María en Radio América.
El nuevo jugador del United aseguró que "antes del Mundial no hubo oferta del Madrid" e, incluso, señaló que llegó a recibir una carta del club para que no jugase la final del Mundial debido a la lesión que sufría y lo que podía acarrear que forzase para jugar. "Nadie me dijo a mi nada ni a mi representante y por eso pensábamos que el Madrid quería venderme. Hubo una carta que llegó a las once. Yo estaba tratándome para intentar jugar la final, aunque sabía que si jugaba tenía un 90 % de lesionarme. Según me dieron la carta, la rompí. No hablé con nadie del club, me daba igual. Al final la decisión era de Sabella y fue la mejor".
El Fideo también mostró resentimiento hacia el presidente y comentó que apenas tenía relación con él porque cuando renovó "no estuvo presente" en la firma. Mejores palabras tuvo para Carlo Ancelotti con el que no guarda ningún rencor, apesar de cambiar su posición en el campo. "Me bancó cuando todo el mundo me mataba. Se lo agradezco. Me puso en otra posición en el campo cuando trajeron a Bale. No tengo nada contra él, tenemos buena relación".
En cuanto a su relación con la afición, destacó que los hinchas blancos ya habían olvidado por completo su desagardable gesto a la grada la pasada temporada. "Casillas y Ramos me dijeron que no habían oído una ovación tan grande como la que me dieron contra el Atlético. La gente estaba conmigo a muerte. Son cosas que pasan. Uno a veces tiene que irse a otro lado", concluyó.