La euforia y una mala información le han jugado una mala pasada a dos jugadores del Almería, Fernando Soriano y Miguel Ángel Corona, que regalaron sus botas a los aficionados del equipo que se desplazaron hasta el estadio del Nuevo Los Cármenes para ver el partido ante el Granada.
Un encuentro que se saldó con victoria, por 0-2, gracias a los goles de Verza y Alexi Vidal de penalti. Un resultado, el triunfo, que provocó la euforia y la confusión en el vestuario almeriense, y se creían salvado. Prueba de ello es que los jugadores que dirige Francisco se encaminaron hacia el fondo donde estaba la afición visitante, la suya, para regalarles camisetas. Alguno, incluso, lanzó a la grada su pantalón. Y hubo otros que fueron más allá e incluso tiraron sus botas. Eso otros fueron los dos capitanes del equipo, Soriano y Corona.
Una alegría desmedida que se golpeó de frente con la realidad, cuando minutos después se enteraron que no estaban salvados y que necesitan un punto en el último partido liguero ante el Athletic para amarrar la permanencia de manera matemática.
Ofrecen una camiseta como recompensa
En un principio, no parecía tan importante el regalo de los dos jugadores más emblemáticos del club. Sin embargo, a la hora de entrenar, y bajo un calor sofocante en el sur de España, Soriano y Corona se han encontrado con un problema de comodidad con sus nuevas botas.
El calor provoca que con su nuevo calzado ninguno de ellos se sienta cómodo, y saben que en el partido que cerrará la liga, en casa ante el Athletic, y durante 90 minutos, la sensación puede ser aún más agobiante. El motivo por el que las quieren de vuelta va más allá de simple superstición. Se trata de que las botas ya están hechas a sus pies. Por ello, ambos jugadores han lanzado un llamamiento y piden a la afición que les ayuden a encontrar sus botas, para jugar con ellas el decisivo partido que les queda.
Eso sí, los dos prometen que a cambio, a los que tenían las botas, les regalarán una camiseta. Y esperan que sea de primera. Aunque para jugar el partido, Fernando Soriano y Miguel Ángel Corona necesitan sus botas.