Matemáticas al margen, el Real Madrid ha tirado la Liga en Valladolid, en un partido sencillamente espantoso. Sólo un milagro permitirá al equipo de Carlo Ancelotti conquistar el campeonato. Tendrá que ganar sí o sí los dos partidos que le quedan (Celta y Espanyol) y, sobre todo, esperar los fallos de sus rivales: que el Atlético sume un máximo de un punto y el Barça, cuatro. O sea, poco menos que imposible.
Pincharon en hueso los blancos en casa ante el Valencia (2-2) y, lejos de aprender la lección, también han fallado tres días después en su visita al Nuevo Zorrilla (1-1), donde el gol del colombiano Humberto Osorio a los 85 minutos permite al Valladolid mantener vivo el sueño de la permanencia.
Partido feo donde los haya, en el que el Madrid pecó de relajación y acabó pagándolo muy caro. Pareció tener la sartén por el mango durante casi toda la primera parte y gran parte de la segunda, pero - valga el tópico- los partidos duran 90 minutos. El Valladolid fue poco a poco hacia arriba y, en una acción aislada, a balón parado, llegó el tanto de Osorio que, a falta del certificado de defunción, acaba con las esperanzas madridistas de ganar la Liga.
Sin Bale, Carvajal y Varane
Ancelotti presentó en Pucela un once plagado de novedades. Ante las ausencias de Carvajal, Bale y Varane, tiró de Nacho como lateral derecho, puso a Isco en el centro del campo junto a Xabi Alonso y Modric, y colocó a Di María por la banda derecha. A todo ello se sumó la anunciada titularidad de Iker Casillas, por primera vez en Liga quince meses después. En el Valladolid, Juan Ignacio Martínez sufría la baja de Manucho.
Y el partido no pudo comenzar peor para los intereses blancos. Sólo habían transcurrido ocho minutos cuando Cristiano Ronaldo se tocó el muslo, pidió el cambio y abandonó el campo contrariado. Su lugar lo ocupó Álvaro Morata, que acabaría teniendo una noche para olvidar.
El Madrid quedó muy tocado por la baja de su estrella. Sin embargo, después de un susto a cargo de Javi Guerra, el equipo de Ancelotti se fue haciendo poco a poco con el mando del partido y empezaba a llegar a los dominios de un dubitativo Jaime. Superada la media hora, el árbitro Gil Manzano pitó una peligrosa falta a favor del equipo visitante. Sin Bale ni Ronaldo en el campo, fue Sergio Ramos quien asumió los galones. Está de dulce el sevillano, que lleva cinco goles en cuatro partido y acaba de ser padre. Pidió la pelota el de Camas y lanzó con potencia y efecto, colando el balón en el fondo de la portería, si bien es cierto que Jaime también pudo hacer más.
El Madrid se ponía por delante en el marcador del Nuevo Zorrilla y todo parecía ir como la seda. Estuvo a punto de llegar el 0-2 antes del descanso, pero Ramos cabeceó fuera un balón sacado por Modric desde la esquina.
Se durmió el Madrid y lo pagó
El guión del encuentro siguió por los mismos derroteros tras el paso por vestuarios, con el Madrid teniendo la pelota, aunque ya no creaba peligro sobre la portería de Jaime. El Valladolid adelantó líneas y creyó en sus posibilidades. Javi Guerra tuvo en sus botas el empate, en una bella chilena, pero acabaría mandando la pelota fuera en su remate.
Ancelotti movió ficha, metiendo en el campo a Illarramendi por Isco y a Marcelo por Benzema -el brasileño pasó a jugar como interior izquierdo, por delante de Coentrao, desplazando a Morata al nueve-, pero los cambios no surtieron efecto. Más bien al contrario. Acabaron rompiendo a un equipo cansado, tanto en el apartado físico como mental.
Estuvo jugando con fuego el Real Madrid hasta que acabó quemándose. En el minuto 85, en un saque de esquina, Osorio sacó partido del mal marcaje de Illarramendi -parece no dar una el futbolista de Motrico, al que el traje blanco le viene aún muy grande- para conectar un testarazo dentro del área y batir a Casillas. Se le acababa la Liga al Madrid.
Quedaban casi diez minutos por delante, pero los blancos estaban con los plomos fundidos y ya no tuvieron poder de reacción. Game over. Se queda sin título liguero el conjunto de Ancelotti. Ahora se agarra a la Décima con esa final de Lisboa que jugará el día 24 ante el Atlético en Lisboa. Se jugará el doblete en 90 minutos. A una carta.
Ficha técnica
Real Valladolid, 1: Jaime; Rukavina, Valiente, Mitrovic, Peña; Víctor Pérez (Baraja, m.81), Rubio; Jeffren (Osorio, m.73), Óscar (Larsson, m.63), Bergdich; y Javi Guerra
Real Madrid, 1: Casillas; Nacho, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Isco (Illarra, m.72); Di María, Cristiano (Morata, m.8) y Benzema (Marcelo, m.76)
Goles: 0-1, m.34: Ramos; 1-1, m.85: Osorio
Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Bergdich (m.26) y Mitrovic (m.88), del Valladolid; y a Isco (m.27), Illarramendi (m.75) y Pepe (m.79), del Real Madrid
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el Nuevo Zorrilla ante unos 22.000 espectadores. Antonio Santos, exjugador, exentrenador y exdirectivo del Real Valladolid, recibió la insignia de oro del club antes del encuentro por sus cuarenta años en la entidad