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Boskov, el padre del "fútbol es fútbol"

El exentrenador del Real Madrid, con una prolífica carrera en el banquillo, falleció a los 82 años.

Boskov, al frente de la selección yugoslava. | Cordon Press

El fútbol llora la muerte de Vujadin Boskov. El mítico entrenador serbio falleció en Génova a los 82 años después de una larga enfermedad, dejando tras de sí un largo historial de anécdotas y un listado de frases que han quedado grabadas en la memoria colectiva de los aficionados.

Nacido en la localidad serbia de Begec en 1931, Boskov desarrolló su carrera en la Vojvodina. Uno de sus grandes éxitos como futbolista fue la medalla de plata conseguida en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, en los que Yugoslavia perdió el oro ante la Hungría de Ferenc Puskas.

Tras su paso por la Sampdoria, fichó por el Young Boys, donde terminó ejerciendo como entrenador-jugador, antes de retirarse definitivamente. Su desempeño en el equipo helvético le llevó a la selección yugoslava y, posteriormente llegó a Holanda para dirigir al ADO den Haag y al Feyenord.

Innovadores métodos de trabajo

En 1978 dio el salto a España para fichar por el Real Zaragoza. Salvó al equipo maño del descenso y sus ruedas de prensa comenzaron a ganar adeptos. En la ciudad aragonesa acuño su frase más célebre: "fútbol es fútbol". Una temporada más tarde, se produjo su desembarco en el Real Madrid.

Luis de Carlos, el primer presidente del conjunto blanco tras Santiago Bernabéu, decidió apostar por Boskov. Tenía un grato recuerdo de Miljanic y le habían hablado bien de los métodos modernos del entrenador del Zaragoza. Su paso por el equipo blanco supuso un cambio en los métodos de trabajo. Innovador y con un carácter motivador, consiguió combinar un riguroso trabajo táctico con el físico.

"Si hay un entrenador al que yo tenía mucho cariño, ése fue Vujadin Boskov. Nos enseñó muchísimas cosas. Era un gran psicólogo, no tenía preparador físico, era él quien preparaba los entrenamientos... Todos los entrenamientos eran muy divertidos. Trabajando mucho, pero muy divertidos. Si a Del Bosque y Camacho les preguntas, tendrán escritos en la carpetita todos los entrenamientos que hacíamos. Para nosotros era una sorpresa ver cómo entrenaba este hombre: psicológicamente era muy bueno en el vestuario", afirmó Santillana en Libertad Digital.

Ganó una Liga y consiguió dos Copas del Rey. Además, logró meter al equipo en una final de la Copa de Europa 16 años después de la última, aunque se quedó a las puertas de la séptima. Perdió la final en el Parque de los Príncipes de París ante el Liverpool en 1981, en un año en el que se le escapó la Liga ante la Real Sociedad. La temporada siguiente concluyó con su destitución.

Prosiguió su carrera en el Sporting de Gijón, la Sampdoria (con la que perdió otra final de la Copa de Europa ante el Barcelona), Roma, Nápoles, Perugia y Servette, antes de dirigir a Yugoslavia en el año 2000 en su último trabajo. Admirado y querido por los futbolistas a los que entrenó, se caracterizó por conseguir la máxima implicación del equipo y dejar para siempre frases que ya son historia del fútbol.

Las mejores frases de Boskov

"Fútbol es fútbol".

"El fútbol es imprevisible porque todos partidos empiezan cero a cero".

"Ganar es mejor que empatar. Y empatar es mejor que perder".

"Perder es mejor que descender".

"Prefiero perder un partido por nueve goles que nueve partidos por un gol".

"Punto es punto".

"Penalti es cuando arbitro pita".

"El fútbol es bello porque es sencillo".

"Cuando Dios no quiere, el balón no entra".

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