Un gol del delantero argentino Joaquín Larrivey permitió al Rayo Vallecano sumar un importante triunfo (1-0) que refuerza sus opciones de permanencia en Primera y frena las esperanzas europeas del Valencia, que acabó el partido con uno menos por expulsión de Antonio Barragán.
El Valencia, con la importante baja de dos de sus mediocentros, Javi Fuego y Dani Parejo, llegó a Vallecas dispuesto a seguir con su racha ascendente de juego y resultados, pero enfrente se encontró con un Rayo que hizo de la necesidad virtud y puso desde el primer minuto una intensidad que lo incomodó mucho.
El equipo dirigido por el hispano-argentino Juan Antonio Pizzi mejoró su versión sobre el césped cuando el Rayo empezó a cometer errores de circulación en la medular debido a la lentitud que mostró Roberto Trashorras con el balón en los pies. Precisamente el jugador gallego pudo abrir el marcador a los once minutos con un remate de cabeza que se marchó por encima del travesaño.
Un minuto después, el Valencia también tuvo su ocasión para marcar con un centro desde la izquierda de Juan Bernat, que ganó perfectamente la espalda a Tito, y que remató Paco Alcácer en el área pequeña estrellando el balón en el travesaño.
El Valencia buscó el descanso ralentizando el juego con la veteranía del malí Seydou Keita, aunque de poco le valieron esos quince minutos en el vestuario al conjunto ché, puesto que el partido en la segunda mitad siguió por los mismos derroteros, con el Rayo buscando un gol que se le volvió a resistir nada más producirse la reanudación con otras dos ocasiones muy claras de Alejandro Gálvez y Bueno.
El Rayo encontró premio a su empuje a los 59 minutos cuando el rumano Razvan Rat puso un centro medido desde la izquierda que el argentino Larrivey remató cruzado de cabeza a la red.
El gol llevó el delirio a las gradas de Vallecas y hasta el final la afición franjirroja no dejó de cantar, de manera atronadora a veces, para animar a su equipo que, sin embargo, se empezó a mostrar más conservador en su planteamiento.
El miedo a perder lo conseguido se empezó a notar en los jugadores locales y el Valencia, ya con el brasileño Jonas Goncalves sobre el césped, aprovechó esa circunstancia para adelantar sus líneas, irse arriba con decisión y gozar de alguna ocasión aislada en disparos lejanos.
A falta de quince minutos para el final, el partido se le complicó del todo al Valencia con la expulsión de Antonio Barragán, que vio la segunda amarilla por una fea entrada sobre Trashorras en la medular.
Pese a la inferioridad numérica el Valencia no dejó de intentarlo y se volcó sobre la meta rival a la desesperada, aunque el Rayo, muy firme en defensa con Gálvez y el portugués Zé Castro de líderes en la zaga, abortó todas las acometidas del cuadro visitante.